Murió el jefe de Enfermería del Evita: un héroe de la primera línea

Tenía 59 años. Después de cuatro semanas internado en terapia intensiva por COVID-19 murió este miércoles. Quienes lo conocieron lo recuerdan con el ambo de superhéroe, siempre dispuesto a ayudar y atento a que nada falte. Así era Sergio Rey.

Murió el jefe de Enfermería del Evita: un héroe de la primera línea

Por Natalia Arenas
14/08/2020

Nunca pasaba desapercibido en los pasillos del Hospital Evita de Lanús. No sólo por sus ambos estampados: en las corridas diarias que lo tenían llevando un suero para una habitación y una chata para otra, Sergio Rey siempre se hacía un momento para preguntarles a sus compañeros y compañeras cómo estaban, si necesitaban algo o alcanzarles el agua para el mate que estos últimos meses ya no se podía compartir. Siempre atento y con una sonrisa. 

Tenía 59 años, era hincha de Temperley y supervisor de Enfermería del Evita. Después de pasar cuatro semanas internado en terapia intensiva en el Sanatorio Antártida, de la Ciudad de Buenos Aires, murió este miércoles por COVID-19. Era paciente de riesgo: padecía EPOC. Pero eso no le impidió seguir trabajando en medio de una pandemia y en esa primera línea de cuidados.        

sergio rey 3

Sergio trabajó en el Evita más de 30 años. Estaba casado con Stella y tenían dos hijos que también trabajan en el hospital. Los mensajes de compañerxs de su sector, de amigxs y personas que lo conocieron se multiplicaron en las redes sociales. También lo despidieron desde ATE Lanús y de su querido club Temperley. 

 

“Lo conocí en el 99, cuando ingresé al Evita como residente”, cuenta a Cosecha Roja, Marcos Alonso, médico traumatólogo. Por aquellos años, Sergio pasaba muchas horas en el servicio de Traumatología, en el tercer piso del hospital. “Nos preparaba el carro de curación, nos conseguía los materiales, se preocupaba por seguirnos y porque nunca nos faltara nada”. 

Amable, entrador, simpático, buen compañero. Cuando en 2001 hubo una reforma estructural en el Evita, lo pasaron al cuarto piso. Sin desatender su sector, seguía atento a sus viejos compañeros y a los pacientes que les derivaban de allí. “Tenía su corazoncito en Traumatología”, dice Marcos. 

“No pensamos que este día llegaría, manteníamos la esperanza que saldrías adelante y volverías a entrar a departamento riendo y haciendo bromas como siempre, con ese humor tan lindo que te caracterizaba, jodón e hincha, pero siempre dando una mano en todo y estando para quien te necesitara”, postearon desde el Facebook Enfermería Evita. 

“Un día me lo crucé en un parque. Él estaba con sus hijos, que eran chiquitos, y yo había ido a correr. Nos saludamos y charlamos un rato. A partir de ahí, cada vez que nos encontrábamos en el hospital y había otra persona, él le decía que me admiraba porque después de tanto trabajo tenía fuerzas para salir a correr. El respeto y la admiración era mutua”, dice Marcos.

Los ambos de superhéroes y personajes de dibujitos los había empezado a usar hace unos ocho años, cuando en el Evita autorizaron a dejar atrás la formalidad en los uniformes. Batman, el Demonio de Tazmania y Tweety eran algunos de sus favoritos y, dicen quienes lo conocieron, no desentonaban para nada con su personalidad.    

sergio rey 2

Natalia Arenas