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En 1994 Mario Fendrich, subtesorero del Banco Nación de Santa Fe, se llevó 3,2 millones de dólares de la bóveda y las cajas y entró al libro de los Récord Guinnes como autor del robo individual y sin violencia más grande de la historia. Esta madrugada falleció en Cuba, donde había ido de vacaciones con un amigo.

El ‘Gallego’ Juan Sagardia intentó abrir la bóveda del Banco Nación de Santa Fe y no pudo. Esa mañana del lunes 26 de enero de septiembre de 1994 el tesorero volvía de una licencia después de participar en un Congreso. Pensó que su reemplazante había cometido un error y lo llamó a la casa. La esposa del subtesorero le contestó angustiada: se había ido a pescar el viernes y no había vuelto. El tesorero del banco y la policía lograron abrir la bóveda al día siguiente. Adentro encontraron una nota escrita a mano: “Gallego, me llevé tres millones de pesos del tesoro y 187 mil dólares de la caja”.

Mario Fendrich, hincha de Colón de Santa Fe, amante de la pesca, empleado respetado y querido por sus compañeros, había ejecutado un plan minucioso. El viernes anterior a la mañana el subtesorero del banco se despidió de su esposa y le dijo que después del trabajo iría a pescar con sus amigos. A la tarde, antes de irse del banco, desconectó las alarmas y abrió el tesoro con una copia de la llave del gerente. Guardó 3,2 millones de pesos-dólares en una caja de madera y reprogramó el reloj de la puerta de la bóveda para que se abriera recién cuatro días después. Se subió a su Fiat Regata rojo y desapareció.

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Frendich pasó los últimos días de su vida internado en un hospital de Cuba. Había viajado al caribe con un amigo. El viernes lo internaron después de sufrir un ACV. El estado era irreversible, dijeron los médicos. Tenía 77 años.

El hombre que cumplió el sueño oculto de muchos y entró al Libro de los Récords Guinnes por haber cometido el mayor robo individual sin violencia de la historia, murió esta madrugada en Cuba. Lo acompañaban sus dos hijos, que viajaron de urgencia el fin de semana.

“No tuve amistad con Fendrich. Al enterarme de su muerte no sentí nada”, dijo hoy el Gallego Sagardia a la radio Aire de Santa Fe.

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Los 3,2 millones que se llevó Fendrich nunca aparecieron. El hombre más buscado del país estuvo 109 días prófugo. El 9 de enero de 1995 se entregó acompañado de sus dos abogados. Estaba bronceado, con el pelo teñido, la barba crecida y un poco más de peso. Los investigadores dijeron que había estado oculto entre Formosa y Paraguay. Su ciudad natal lo recibió como a un ídolo: lo felicitaban, le pedían fotos y autógrafos.

Fendrich nunca admitió el robo. El 12 de noviembre de 1996 un Tribunal Oral Federal lo condenó a ocho años, dos meses y 15 días de prisión por el delito de peculado e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Abandonó la cárcel de Las Flores cuatro años y nueve meses después. Le dieron la libertad condicional al cumplir dos tercios de la condena. Según el informe del Servicio Penitenciario de la Provincia su conducta había sido ejemplar desde el primer día. Sin observaciones ni correctivos disciplinarios.

Los últimos años de su vida los pasó en la zona sur de Santa Fe, donde atendía un local de quinielas y regalería. Nunca dijo qué pasó con los 3,2 millones que se llevó del Banco Nación.