No aparecemos muertas, nos matan

sheila

Ayer se confirmó la muerte de Sheila Ayala, de diez años. La buscaban desde el domingo. Había desaparecido mientras jugaba en la puerta de la casa de su padre. Su cuerpo estaba a metros de donde fue vista por última vez,  en el barrio Trujui de San Miguel. La encontraron en una bolsa de basura. Tenía signos de haber sido abusada.

Según el Registro Nacional de Femicidios elaborado por “AHORA QUE SÍ NOS VEN” (Observatorio de Violencias contra las mujeres) en 2018 el 13% de las víctimas teníaentre 0 a 18 años y  el 41% de ellas estuvo desaparecida y fue abusada sexualmente.

Raquel Vivanco, presidenta del Observatorio, señaló: “No nos encuentran muertas, nos matan. El femicidio de Sheila, como el femicidio de muchas, nos recuerda que el Estado llega tarde en la protección de nuestros derechos, de nuestra integridad física. Otro final en una bolsa de residuos nos recuerda lo hartas que estamos de este flagelo que vivimos las mujeres por el sólo hecho de serlo. Exigimos a la Gobernadora Vidal que declare la emergencia en violencia de género en la provincia y que tome las políticas públicas eficientes para erradicar la violencia contra las mujeres.”

Los tíos de Sheila Ayala confesaron el asesinato. La primer versión indica que la pareja admitió que “habían tomado drogas y alcohol” y que “no sabían como llegaron a la situación del crimen”. El cuerpo apareció en una bolsa, escondido entre dos paredes al lado de la casa donde vive la pareja. Lo descartaron tirándolo desde la planta alta de la casa.

El caso está en manos del juez de Garantías de San Martín, Mariano Grammático Mazzari, y del fiscal de instrucción Gustavo Carracedo. Anoche los peritos trabajaban en el lugar para levantar rastros.