bunker de droga rosario

Por Cosecha Roja.-

La madrugada del viernes

– Ustedes me envidian- Gritó Zulema. Después desperdigó insultos a cada habitante del barrio la Cerámica, en Rosario. Y juró vengarse.

La madrugada del viernes fue tensa y larga. Unas horas antes los vecinos, valiéndose de palos, mazas y hachas, habían derribado el kiosco de droga que regentea Zulema.

La furia no tenía nada que ver con la envidia. La ira nació cuando Ayelén, de 13 años, recibió un disparo en su espalda. Estaba tomando una gaseosa con una amiga, sentadas en la vereda del barrio, cuando vio detenerse un auto a una media cuadra. Un hombre de 30 años se bajó, ametralladora en mano, y vació el cargador contra el kiosco de drogas, contra las casas vecinas y una bala terminó en el omoplato de Ayelen.

Su familia la trasladó al Hospital Alberdi donde se encuentra estable y fuera de peligro. Los vecinos, al enterarse que habían disparado contra la nena, se juntaron y fueron para la casa de Zulema. No les llevó mucho derrumbarla y quemarla. Los tres soldados que custodiaban el bunker se fueron sin disparar una sola bala. Los vecinos afirman que el kiosco existía desde hace por lo menos dos años.

La investigación policial maneja la hipótesis de que la balacera sería consecuencia de una disputa territorial entre bandas narcos. El kiosco de droga de Zulema estaría instalado en territorio de la Tía Norma, una narcotraficante que aún presa sigue controlando la zona del barrio La Cerámica.

 

El domingo

El domingo a la tarde un hombre ingresó a una casa de familia ubicada a 50 metros del kiosco derrumbado por los vecinos.

– Les doy dos horas para irse- Dijo, arma en mano. – Si no se van, volvemos y los matamos a todos.

Después de amenazarlos se subió a un auto y se fue. No los golpeó ni disparó, tampoco dijo quién daba la orden. Solo les  dejó un mensaje. El abuelo de 60 años, su nieta de 13 y un tía de la nena dicen no conocer al hombre, ni  tener idea sobre por qué se los quiere sacar de su casa.

La policía y el fiscal Juan Patricio Murray, de la Justicia Federal, no descartan que las amenazas estén asociados a los hechos del viernes a la madrugada, por eso decidieron evacuar a la familia a otro barrio de Rosario.

 

Dos años atrás

El megaoperativo policial del 8 de noviembre del 2011, incluyó 9 allanamientos, 11 detenidos y en total se incautó 1 kilo de cocaína lista para la venta, 100 plantas de marihuana, una granada de fabricación militar, un revolver, cinco pistolas y una moto Honda.

En el Comando Radioeléctrico rosarino y en la Jefatura de la Unidad Regional II esperaban las órdenes del juez federal Marcelo Bailaque. Uno de los allanamientos fue en la casa de un efectivo policial de la comisaria 12ª, ahí  incautaron 300 bochas de cocaína. La investigación policial encontró que su casa funcionaba como lugar de acopio de la droga. El policía tenía 3 años en la fuerza y era pariente de la Tía Norma.

La Tía o Normita, como se la conoce en el barrio La Cerámica, tiene 60 años y los vecinos creen que maneja más de 20 kioscos de drogas en tres barrios distintos de Rosario. La mujer manejaba locales de comida para llevar, todos con el mismo nombre “LaTía” donde se escondía y comercializaba la droga. La Policía de Seguridad Aeroportuaria fue la encargada de detenerla en 2011. En su historia esta no es la primera vez que está involucrada en una causa de narcotráfico, ya había estado presa en el penal de Ezeiza por una causa similar. A pesar de estar privada de libertad desde hace dos años sigue teniendo mucha influencia en el negocio de la droga y por eso la policía supone que el disparo que terminó en el cuerpo de Ayelén el viernes puede tener que ver con la disputa territorial entre la Tía y Zulema, la dueña del kiosco incendiado por los vecinos.