hebeEl juez federal Marcelo Martínez di Giorgi ordenó hoy detener a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Como todos los jueves desde la dictadura, Bonafini y un grupo de Madres se reunieron en la sede la institución para marchar a Plaza de Mayo. El ritual, que se repite desde 1977, hoy quiso se interrumpido por decenas de policías con cámaras, un grupo de infantería llegaron hasta la sede de Madres, junto a helicópteros que todavía sobrevuelan la zona.

 


Hebe logró salir de la casa de las Madres rodeada de cientos de militantes que la acompañaron hasta Plaza de Mayo, donde dio su habitual discurso. Al escribir esas lineas, esos manifestantes -que suman casi dos cuadras- marchaban nuevamente hacia la sede de madres para acompañarlas.

El juez la citó a indagatoria en la causa Sueños Compartidos, que investiga desvío de fondos públicos para la construcción de viviendas. La orden decía que debía detenerla en la sede frente la Plaza Congreso. Como no logaron hacerlo, ordenaron una nueva captura. La intención del magistrado es que quede detenida, pase la noche en una comisaría y mañana preste declaración indagatoria.

“Si me tienen que meter presa, que me metan,

mi vida ya no vale nada tengo, 90 años”, dijo Hebe hoy.

 

La Carta de Hebe al juez

Al Sr. Juez de la Nación Marcelo Martínez de Giorgi Me dirijo a Ud. Para manifestarle el motivo de la respuesta a su citación.
Que desde el año 1977, más precisamente el día 8 de Febrero de ese año, vengo padeciendo las agresiones de la mal llamada justicia, implementada por jueces de la Nación. En ese momento empezó mi calvario, hice 168 presentaciones por mi hijo Jorge, luego en conjunto reclame por mi otro hijo Raúl, que fue desaparecido en diciembre del mismo año, en una constante peregrinación por los juzgados, siempre padecí las mismas injusticias, las mismas agresiones. Luego en mayo de 1978, desapareció también mi nuera María Elena, nada cambió.
Siempre la misma ignominia, la misma indiferencia, yo sentía como la denominada justicia era cómplice de los asesinos militares y marinos. Una justicia sin solidaridad, sin sentir por los otros, sin sufrir por ellos.
Después de un tiempo en el año 2001, más precisamente un 25 de mayo, a mi hija María Alejandra que se encontraba sola en mi casa, mientras yo estaba de viaje, la torturaron casi hasta matarla. Y allí otra vez mi peregrinación para ver si encontraba algún juez que nos muestre el valor de la Justicia, y que esta existía, pero otra vez la burla y la sin razón.
Y llegó el caso Schoklender, allí las madres con gran esfuerzo aportamos voluntariamente 60 cajas con pruebas, junto con 40 backup, y otros elementos más, primero a Oyarbide y después a ud. que ni siquiera leyeron algo de lo aportado.
Asistimos cuantas veces nos llamaron a declarar, hicimos pericias de las firmas que constataron que no eran mías, siempre a disposición por la verdad, incluso hace unos meses asistí voluntariamente a su despacho para informarme ante la indigna marcha de la causa.
Y otra vez sufrimos en carne propia la burla, que nos castiga a todas, ancianas de 85 a 90 años, y nos condena a pagar las deudas, injustas y ajenas.
Las madres siempre vamos a defender los valores de solidaridad social, extender las manos a los vulnerados, por sus sueños, en este tiempo y en los que vendrán. Y vamos a luchar para que alguna vez nos enfrentemos con jueces probos que nos ayuden a sentir en nuestros cuerpos el valor de la Justicia.
Firmado: Hebe de Bonafini Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo