Lo había denunciado varias veces: cuando la amenazó con un cuchillo, cuando intentó quemarle la cara con ácido muriático y cuando la violó la restricción de acercamiento.
—Ya no sé qué hacer. No veo la hora de que ese hijo de puta caiga preso y que pague todo lo que está haciendo— le contó a su amiga en varios audios de Whatsapp.
Fátima Acevedo tenía 25 años y era mamá de un nene de tres. Su ex novio, Jorge Nicolás Martínez, no dejaba de hostigarla.
—Ya estoy podrida de denunciarlo en la policía y que nadie haga nada. Ni la policía, ni el juzgado ni nadie.
El botón antipánico no la salvó. El 1 de marzo Fátima salió de la Casa de la Mujer de Paraná y no volvió. Ayer encontraron su cuerpo en un pozo de 18 metros en un descampado.
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Se habían conocido en 2014. Se pusieron de novios y tuvieron un hijo. La primera vez que lo denunció fue en 2017. Le pegaba cuando se negaba a tener relaciones sexuales y la amenazaba. Según el fiscal Leandro Dato la relación estaba “marcada por la violencia física, psicológica y sexual” que él ejercía.
En noviembre de 2019 Fátima fue al Juzgado para ver qué había pasado con las denuncias.
—Nunca me llegaron los papeles de las órdenes de restricción, ni nada y qué me dieron: un papel del año 2018 que no me sirve ni para mierda —le grabó a su amiga.
Estaba encerrada en la Casa de la Mujer, donde se había instalado después de denunciarlo. Tenía miedo.
—Como tiene gente en la Policía y el juez es amigo de él y de toda su familia nunca va a pasar nada.
El 31 de enero él la cruzó en la calle. Le pegó, la amenazó con un cuchillo e intentó tirarle ácido muriático en la cara. El 7 de febrero la Justicia le dio un botón antipánico y a él le dictó una medida de restricción de acercamiento.
Cuatro días después Fátima volvió al Juzgado de Familia Nº 1 de Paraná y contó que Martínez daba vueltas por la zona del refugio.
El 1 de marzo Fátima salió de la Casa de la Mujer y no volvió. El miércoles detuvieron Martínez por “amenazas, lesiones graves, agravadas en grado de tentativa; privación de la libertad coaccionada en contexto de violencia de género contra la mujer y defraudación en grado de tentativa”.
El fiscal basó su acusación en las denuncias de Fátima, en una serie de notas escritas en las que él se hacía pasar por ella y búsquedas en Google de salas velatorias
El domingo a la mañana la División Canes de los Bomberos de Paraná encontró el cuerpo en un pozo de 18 metros en una zona descampada cerca del lugar donde el viernes habían encontrado medias y una remera manchada con sangre. El cuerpo estaba tapado por ropa, ramas y basura. Vestía una musculosa negra y un jean azul, como el día que desapareció, y tenía el documento.
La autopsia confirmó que murió estrangulada el mismo día que desapareció. Ahora Martínez está acusado de femicidio.