A Miguel Bru lo vieron por última vez el 17 de agosto de 1993. Como cada año este sábado se realizará la vigilia frente a la Comisaría 9a de La Plata desde las 19 hasta las 2 de la madrugada, la hora en que el joven estudiante de periodismo fue secuestrado, torturado y asesinado en la comisaría. Su cuerpo nunca apareció. A 26 años la pregunta sigue abierta: ¿Dónde está Miguel?
“La vigilia es una forma de tenerlo presente y seguir reclamando justicia: ellos deberían decirnos dónde está Miguel. El día que lo sepamos no vamos a ir más a ese lugar”, dice a Cosecha Roja Rosa Schonfeld de Bru, mamá de Miguel. Esta noche estarán los amigos y familiares que integran la Asociación Miguel Bru, familiares de víctimas de violencia institucional y contará con una radio abierta, proyecciones, muestras y música en vivo.
Miguel tenía 23 años cuando fue secuestrado después de denunciar que la policía había allanado ilegalmente su casa. Entre cinco y seis policías lo torturaron en la comisaría, lo mataron y después desaparecieron el cuerpo. “Los días previos siempre son difíciles, me vienen muchos recuerdos”, dice la mamá de Miguel. Son los recuerdos del secuestro y la desaparición pero también de estos 26 años de búsqueda en los que realizaron 38 rastrillajes y nunca pudieron saber qué pasó con Miguel.
El pacto de silencio de los policías de la Bonaerense nunca se quebró. Los agentes Walter Abrigo y Justo López fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de Miguel. Abrigo murió. López fue liberado y nuevamente encarcelado. Hoy es el único detenido. Hace unos años la familia y la fiscalía le ofrecieron beneficios procesales e incluso la libertad a cambio de que diera información: el acusado prefirió el silencio. “Al principio teníamos muchas expectativas, ahora estamos empantanados, estoy perdiendo las esperanzas”, dice Rosa. Hace más de un año que nadie aporta ningún dato sobre qué hicieron con Miguel.
“Este año es muy especial -dijeron desde la Asociación Miguel Bru-, es un año electoral en el que tenemos la oportunidad de decirle basta a la política represiva de los gobiernos de Macri, Vidal y Garro. En este aniversario también nos juntamos para decir basta de violencia institucional y gatillo fácil, no a la criminalización de la protesta, libertad a lxs presxs y políticxs, basta de perseguir a lxs trabajadorxs de la economía informal en nuestra ciudad, exigimos el desmantelamiento del aparato represivo”.
Desde la desaparición de Miguel sus amigos y compañeros de la Facultad de Periodismo acompañaron a Rosa en la búsqueda y en el reclamo de Justicia. En 2002 crearon la Asociación Miguel Bru. “Esta lucha que ya es de todos”, dice Rosa.
Hoy la Bru no solo es un espacio de lucha contra la violencia policial. También es un espacio de formación para jóvenes. A través de un convenio con el Centro de Formación Profesional N° 9 de la ciudad de Buenos Aires, la organización ofrece cursos de oficios para montador electricista, reparador de electrodomésticos e informática. En la sede de La Plata funcionan una biblioteca y espacios cooperativos como la sala de ensayo y grabación, la peluquería canina, el centro de estética y salud, la panadería y un espacio de apoyo escolar. También siguen trabajando en los talleres de ensamble musical, armado y reparación de PC, danza candombe, capoeira angola, instalación de aire acondicionado, diseño y costura libre y maquillaje artístico.