Por Paloma Vasconcelos. Ponte.-
Intervención artística del militante Alex Miranda | Fotos: Rosa Caldeira/Ponte
Más de 300 personas se concentraron frente al Museo de Arte de San Pablo con el mismo objetivo: repudiar la acción del Ejército que ejecutó al músico Evaldo Rosa dos Santos, de 51 años, en Río de Janeiro. Fueron 80 disparos contra el auto de Evaldo y su familia, que estaba en camino de un baby shower. Diez militares involucrados quedaron detenidos y uno fue liberado después de la audiencia judicial.
El gobierno federal tardó en pronunciarse sobre el fusilamiento del músico. Sérgio Moro, ministro de Justicia, calificó el episodio como un “incidente lamentable”. Para el gobernador del estado de Río de Janeiro, Wilson Witzel (Partido Social Cristiano), la operación militar fue un “error grosero”. El último en posicionarse fue el presidente Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal) que, tras seis días de silencio, dijo que “el Ejército no mató a nadie” y que a la institución no se podría acusar de ser “asesina”.
Con referencias al Quilombo de Palmares -símbolo de la resistencia de los esclavos negros brasileños-, el poema “Insônias”, de José Carlos Limeira, fue recitado en coro por las más de 300 voces durante la marcha:
A pesar de lo que dice la Historia
no te olvido mi pueblo
si Palmares no vive más
haremos Palmares de nuevo.
La marcha, que arrancó a las 14h, caminó hasta la sede de la Presidencia de la República en San Pablo, cerca del subte Consolação, donde llegó a las 16h, y terminó alrededor de las 17h. Personas negras en su mayoría, los manifestantes vestían negro, como pedía la organización del evento, que fue organizado por diversos colectivos de los movimientos negros.
La movilización se realizó el día en que se cumplieron 13 meses del asesinato de la concejala Marielle Franco, asesinada de cuatro balazos en el barrio de Estacio, zona norte de Río de Janeiro. Un crimen para el que el Estado todavía no ha podido dar una solución definitiva. La Policía Civil y el Ministerio Público arrestaron a dos sospechosos de matar a Marielle, el policía militar Ronnie Lessa y el ex policía militar Elcio Vieira de Queiroz, conocidos por actuar como sicarios.
Hasta ahora los investigadores no apuntaron a los posibles autores intelectuales del crimen. La concejal fue recordada durante todo el trayecto a los gritos de “¡Marielle vive y vivirá! ¡Mujeres negras no paran de luchar!”, siempre seguido de “¡Pueblo negro unido es pueblo negro fuerte!”.
En la primera línea, sosteniendo la bandera principal, estaba Douglas Belchior, de 40 años, profesor e integrante de la Uneafro, red de articulación y formación de jóvenes y adultos residentes de regiones periféricas de Brasil. En una entrevista concedida a Ponte, Douglas dijo que es necesario reclamar responsabilidad del Estado en muertes como la de Evaldo. “El gobierno es responsable de las muertes cometidas por sus policías y por el Ejército. Esto es la síntesis y hay que ser repetido. Las personas no mueren al azar. En Brasil, incluso, hay una predilección específica por la población negra, que muere en las acciones cotidianas de la policía. Cuando el Ejército sobrepasa la barrera de lo que es aceptable, actuando en las calles -lo que ya es por naturaleza inconstitucional-, es para cumplir otra tarea. La víctima de ese Ejército es la misma de la policía “, argumenta Belchior.
El profesor destacó que el gobierno del presidente Jair Bolsonaro acentúa la situación crítica. “A partir del gobierno Bolsonaro eso se profundiza porque pasa a haber el refuerzo de la narrativa violenta y racista explícita desde un presidente que dice que la policía hay que matar y, cuando pasa un absurdo como ese, se pronuncia para disminuir la importancia de la acción militar “, expone.
Para la educadora popular Maria Aguiar, de 49 años, están cansados de ir a las calles a pedir justicia por otro cuerpo negro asesinado. “Nosotros no aguantamos más salir a la calle para hablar de la muerte de nuestros iguales. Pero, al mismo tiempo, es importante estar acá para decir que estamos vivos y estamos presentes, y que rechazamos todo lo que está pasando en el país. Eso pasó con Evaldo, pasó con Marielle, pasó con Maestro Moa [maestro negro de capoeira del estado de Bahía, muerto en una pelea por divergencias políticas en la época de las elecciones de 2018] y por ahí va. Estamos acá para decir que las vidas negras importan, vamos a seguir gritando y defendiendo nuestro derecho. Yo, como mujer negra, tengo ese rol y esa misión con otros y otras “, destaca Maria.
Segun el científico social Wellington Aparecido Santos Lopes, de 22 años, el fusilamiento del músico carioca revela que el cuerpo negro está en territorio enemigo. “Lo que sucedió en Río de Janeiro, con la muerte de ese músico, asesinado por el Ejército, demuestra más que nunca la importancia que las vidas negras tienen en ese territorio. La movilización del movimiento negro al cumplirse una semana de la muerte del músico busca traer a la superficie un cuestionamiento importante: ¿cuáles son las vidas que importan en un lugar donde la muerte negra es algo común?”, cuestiona.
Para Milton Barbosa, de 70 años, coordinador nacional de honor del Movimiento Negro Unificado (MNU), muertes como esa son parte de un proyecto genocida que se perpetúa en Brasil desde el marco de la abolición de la esclavitud. “La extrema derecha está muy fuerte en todo el mundo. Ellos tomaron la presidencia a través de la manipulación, eligiendo un presidente obtuso [Jair Bolsonaro] que tiene por detrás un militar como Hamilton Mourão [vicepresidente de la República]. Lo meten allí para hablar tonterías y encubrir las acciones criminales de ese gobierno. Los balazos representan el genocidio de la población negra, específicamente orientado hacia la juventud negra. Es un proyecto genocida que no es de hoy, viene desde los tiempos de la abolición de la esclavitud. Ellos matan a los negros de las más variadas formas. Sin embargo, nosotros nos defendemos, a pesar de toda acción de ellos”, explica Milton.
