Foto: Pandilla Feminista
Con la furia en la garganta porque seis tipos pueden premeditar una violación y abusar de una piba en pleno Palermo, a la vista de todxs.
Con la urgencia de saber dónde está Tehuel.
Con la necesidad de que el aborto legal que supimos conseguir se implemente y se respete en todo el país.
Con la exigencia de la absolución para Higui.
Con la certeza de que necesitamos políticas y leyes reparadoras para una justicia transfeminista real.
Con la bandera de la Educación Sexual Integral como respuesta a todo.
Con el grito de todas las mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries, marronas, gordas, que somos las que cuidamos, trabajamos y sostenemos el equilibrio de este sistema. Un sistema que sigue haciendo oídos sordos a muchas de nuestras demandas y nos responde con más desigualdad económica.
Con nuestras voces, nuestras piernas, nuestros brazos, hoy paramos.
Paramos con estos cuerpos abusados, manoseados, desgastados, incómodos, hartos de producir para que la rueda siga girando, aunque sangremos, lloremos y digamos basta.
Porque seguimos siendo las favoritas de las violencias y de la precarización. Paramos porque ni una menos sin techo, sin trabajo, sin pan, sin oportunidades, sin derechos.
Paramos porque la pandemia nos hizo más pobres y más precarizadas.
Aunque no podamos más, hoy paramos.
Paramos en nuestros trabajos pero no nos quedamos quietas. Tenemos el desafío de recuperar los espacios que ganamos y nos encontraron siendo millones.
Volvemos a poner estos, nuestros cuerpos, en las calles. Porque así sacamos al aborto del closet y así conquistamos un derecho histórico.
Nos movemos porque deseamos. Porque nos corremos del lugar de víctimas. Porque del miedo que paraliza no aprendimos nada. Y del encuentro, el abrazo y el sostén aprendimos todo.
Quienes hacemos Cosecha Roja somos mujeres periodistas y comunicadoras. Sabemos que en los medios faltan mujeres, lesbianas y trans. Y sabemos que las que están no ocupan espacios de poder real.
Por eso nosotras hoy paramos y marchamos. Porque nos acompañamos y hacemos red. Porque nos tenemos.
Porque cada vez que quieren ningunear nuestras luchas, nuestros recorridos, nuestras conquistas, aparece esa vocecita twitera “dindi istin lis fiministis”. Como si fuéramos responsables de perder elecciones, de todas las violencias, de no perseguir a cada uno de los violentos.
Bueno, acá estamos las feministas. Y como cada 8M paramos y marchamos.