Sebastián Ortega. Cosecha Roja.-
El domingo a la mañana en el barrio porteño de Colegiales un cartonero encontró el cuerpo de un ciudadano colombiano en una bolsa de basura. Tenía las piernas y las manos atadas y un balazo en la espalda. La Justicia investiga una venganza por narcotráfico. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, señaló: “Acá hay una guerra de narcos declarada”.
El colombiano Jorge Eduardo Guzmán Ospina tenía 37 años, tez blanca y usaba el pelo corto. Llegó a Buenos Aires el 2 de marzo pasado. Ya había estado en el país: su pasaporte registra una salida del 15 de diciembre de 2012. El domingo a la madrugada su novia, Paula Díaz Romero, de la misma nacionalidad, hizo una denuncia en la comisaría 11 del barrio de Caballito por “averiguación de paradero” de Guzmán Ospina.
Unas horas más tarde, en calle Palpa al 3200, en Colegiales, un cartonero encontró una bolsa verde al pie de un árbol que le llamó la atención. Tenía un aspecto extraño y largaba olor a podrido. El hombre hizo cien metros hasta la Clínica Colegiales y le avisó a un vigilador privado. El guardia llamó a la policía. Efectivos de la comisaría 37 de la Policía Federal abrieron la bolsa: encontraron el cuerpo de Guzmán Ospina, vestido con jeans, remera azul y zapatillas. También un cuchillo, una vaina servida y un plomo. El colombiano tenía las manos y los pies atados.
Al día siguiente, Díaz Romero reconoció el cuerpo de su novio en la Morgue Judicial. La autopsia comprobó que la muerte se había producido unas 10 horas antes del hallazgo. Una bala le ingresó por la espalda y le salió a la altura de la tetilla derecha. Tenía lesiones en el brazo derecho que demuestran que intentó defenderse.
En la fiscalía 38, a cargo de Betina Vota, confirmaron a Cosecha Roja que se investiga la hipótesis de un crimen narco. Se excusaron de dar más información. En esta misma línea, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, dijo en un programa de radio Splendid que el crimen “tiene todas las características de un asesinato perpetrado por el narcotráfico”. “Hallaron un cuerpo con un balazo en la espalda y no va a ser el único, porque hay una guerra de narcos declarada acá”, agregó el funcionario.
Hoy, efectivos de la Policía Federal visitaron dos hostels para recabar información. Uno en Avenida Córdoba al 2500, donde el colombiano y su novia estaban viviendo, y a otro en Corrientes al 4500. De este último los habían echado no hace mucho tiempo. “Había muchas peleas entre colombianos”, contó una fuente de la investigación a Cosecha Roja. Díaz Romero, que todavía no declaró en la causa, entregó a los policías una computadora y otras pertenencias de su pareja.
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