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Jorge Néstor Mangeri, el encargado del edificio en el que vivía Ángeles Rawson junto a su familia, es el único detenido por el homicidio de la joven. Ayer le pidió al juez ampliar su declaración indagatoria. Anoche el defensor oficial Carlos Garay lo visitó en el penal de Ezeiza y le recomendó que se negara a declarar. Mientras se esperan los resultados de dos pericias, el abogado explicó a Infojus la estrategia de la defensa: que el acusado mantenga el silencio hasta que haya novedades.

El sábado a la madrugada la situación procesal de Mangeri dio un vuelco de 180 grados. Ante la fiscal Paula Asaro, que le tomó declaración en calidad de testigo, dijo que las heridas que presentaba en la cara y el cuerpo habían sido provocadas por agentes de la Policía Federal. Después se quebró y confesó: “soy el responsable de lo de Ravignani 2360, fui yo”. Asaro suspendió la declaración, imputó al encargado y le pidió al juez de instrucción Roberto Ponce que le tomara declaración indagatoria. Además, ordenó a un equipo de siete médicos la revisación del acusado. El informe fue categórico: el hombre presentaba dos tipos de heridas. Unas podrían haber sido realizadas por la víctima durante su defensa; las otras eran autoproducidas, posiblemente para enmascarar las primeras.

Mangeri se negó a declarar ante el juez el sábado por la tarde y fue trasladado a la Unidad Nº28 de Ezeiza. Allí permanece detenido, a la espera de la decisión del magistrado, que tiene tiempo hasta el viernes 28 de junio para determinar si lo procesa o le dicta la falta de mérito.

Ayer el acusado pidió al juez ampliar la indagatoria. Pero previo a ello recibió la visita de su abogado. Garay le recomendó no hablar. “Mientras yo lo defienda no va a declarar”, explicó el defensor oficial a Infojus Noticias.

Según contó el abogado de Mangeri, resta esperar el resultado de dos pericias. Una sobre el Renault Megane gris del portero. En caso de hallarse restos de material genético de la víctima, se confirmaría una de las teorías: que el portero la cargó allí antes de arrojarla en un volquete de basura. Por otra parte, en la fiscalía creen (por las heridas que presenta el acusado) que en las uñas de Ángeles -la adolescente cuyo cuerpo apareció en el predio del Ceamse- podrían encontrar restos de ADN compatibles con el de Mangeri.