Cosecha Roja.-
“Los servicios de Estados Unidos no llegaron a prever los atentados del 11 septiembre. Los franceses se comieron el amague del ataque a la revista Charlie Hebdo. La inteligencia argentina no es muy compleja ni muy sofisticada y sí muy corrupta”, dijo a Cosecha Roja el periodista Ricardo Ragendorfer. El viernes se conoció el proyecto de ley que el Poder Ejecutivo envió al Congreso para disolver la Secretaría de Inteligencia. “No sirven ni para espiar”, agregó.
El texto completo que propone disolver la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) y crear la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se conoció a través del sitio Infojus Noticias y hoy el Senado emitió dictamen. La iniciativa, además, propone que el Ministerio Público sea el encargado de las escuchas judiciales y que el director del organismo se designe con acuerdo del Senado y pueda ser removido por el Ejecutivo. Las actividades de inteligencia quedarán subordinadas a las garantías de la Constitución y los tratados de Derechos Humanos, se establecerá por ley los niveles de clasificación de la información y se protegerá el derecho a privacidad de los ciudadanos. También se establecerán reglas claras respecto al personal que trabajará en la AFI.
“La ex SIDE tenía por objeto dirimir todo tipo de internas, estaba al servicio de llevar adelante tareas extorsivas a través de técnicas de espionajes. Un universo de actividades que no tenían que ver con la democracia sino con negocios, intereses y extorsiones sectoriales”, dijo Ragendorfer.
El atentado más “cruento” de la Argentina es, según el periodista, el caso testigo para analizar el funcionamiento de los servicios de inteligencia locales. “La investigación fue un campo fértil en el cual dos sectores dirimieron su interna. Operaron a (Juan José) Galeano, el primer juez de la causa, a través de controlar y direccionar la investigación hacia la hipótesis que culpaba a los policías bonaerenses. Decían que eran la conexión local que había retirado la trafic (que explotó en la puerta de la mutual judía). Ese sector de la side era Sala Patria y su caballito de batalla la conexión local”.
Con la salida de Galeano, “ese grupo (encabezado por Alejandro Bruzón y Patricio Finen) fue separado de la investigación”. A partir de entonces, la secretaría estuvo a cargo del “ahora famoso” Jaime Stiuso. “Él impulsó la pista iraní por necesidades estratégicas de Estados Unidos y de Israel”, contó.
“La democratización de la ex SIDE es una especie de deuda que el Estado mantiene con la sociedad y con la historia. A diferencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (que fueron recicladas en el retorno de la democracia), ni el personal ni los archivos de la SI han sido desclasificados porque pesa el secreto de la ley de inteligencia”, explicó. Por eso, desclasificar los papeles del organismo significará que “la impunidad para estos personajes que pueblan los pasillos de los servicios sea menor”. Desde la dictadura militar hasta la actualidad la ex SIDE “es una caja de sorpresas”.
Foto: Agustina Jaurena / Diario Publicable
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