judiciales rosarioCosecha Roja.-

La megacausa Los Monos sigue provocando polémica. El fiscal Gonzalo Fernández Bussy pidió que se juzgue a 17 personas por colaborar con la organización criminal rosarina. De esos, 13 son policías: dos agentes de Drogas Peligrosas, dos comisarios, tres policías, dos ex jefes de la Sección Sustracción de Automotores, dos suboficiales, un colaborador de la Sección Inteligencia y un Suboficial de Prefectura Naval Argentina. Víctor Corvalán, abogado defensor de uno de ellos, pidió la nulidad de la causa porque las escuchas en las que se basa “no fueron fundamentadas judicialmente”.

“Ey, escuchá, llamalo a Floiger. Viste, a la Cele le pusieron un bagallo, decile que… así nomás, que llame al ministro de Seguridad (…) Más vale que no sea el bagallo, porque vamos a ir todos en cana, desde él hasta… desde el cabo cuarta hasta el Jefe de Policía, hasta Bonfatti, decile”, se escucha decir a Ramón Machuca “Monchi” Cantero, hermano de crianza del Pájaro en una de las grabaciones que tiene la justicia. El abogado Corvalán afirma que la prueba no fue legalmente ordenada y que no “ofrece sustento” para acusar su defendido (Rosario Guillermo Cardini). Según dijo al Diario La Capital, ese motivo es suficiente para que caiga el pedido de juicio que hizo el fiscal.

Cardini está acusado de asociación ilícita, cohecho y encubrimiento agravado. Creen que el 30 de mayo de 2013 ayudó a Los Monos a eludir un operativo en un garage en donde guardaban autos. Es un ejemplo de las “colaboraciones” por las que el fiscal acusa a los 13 policías. Según Fernández, el ex agente de Drogas Peligrosas Juan Angel Delmastro, Diego Javier Cárdenas, Omar Angel Lescano y Waldemar Raúl Gómez le daban información a la banda. Lo mismo hacían Juan José Raffo, Eduardo Anacleto Enriquez y Cristian Floiger: les avisaban de los procedimientos por adelantado. El ex comisario Sergio Blanche les daba armas y Sergio Fabián Ríos teléfonos. Germán Horacio Herrera está acusado de encubrir y Ángel Albano Avaca de venderles protección. Fernando Bortolotto era el presunto testaferro y tenía a su nombre un Audi Q3 de la banda.

Los 17 imputados deberán presentarse ante Julio César García, titular del juzgado de Sentencia Nº 6. La decisión del fiscal Bussy convalida la investigación que viene llevando adelante el cuestionado Juan Carlos Vienna, el juez de Santa Fe que pasó de héroe a villano. Desde que procesó a 36 personas -diez eran policías- por asociación ilícita y tenencia de armas de fuego comenzó a recibir amenazas: llamados, papelitos debajo de la puerta y planes para matarlo. En las conversaciones que grabaron el domingo 16 y lunes 17 de marzo, César Trevés -preso en la cárcel de Coronado por el homicidio del joven Gustavo Serra- le explicaba a Germán Almirón -policía de la División Judiciales- que fue traicionado por la justicia. “Me dijeron que si pasaba información sobre Los Monos me iban a largar. Y me mintieron”, dijo. “Pensalo tranquilo, meditá y mañana a la noche me decís si nos comemos el arroz con salchicha (Vienna) o nos comemos al bocón (Camporini). Porque si yo me como al bocón, salchicha se va a pegar un susto bárbaro”, respondió Almirón.

A principios de 2014 salieron a la luz dos planillas de la Dirección Nacional de Migraciones que demostraban que el padre de Martín “Fantasma” Paz y el juez habían viajado en la misma fecha, dos veces, a Estados Unidos. En septiembre circularon imágenes que lo comprobaron: ambos miraban, uno al lado del otro, la pelea de box del “Chino” Maidana en San Antonio. El magistrado primero quiso defenderse: “Es trucha, parece estar trucada”. Más tarde en un programa de televisión admitió que la imagen era real, pero dijo no haber visto al hombre esa noche. Después pidió que lo aparten de la causa por considerar que estaba sufriendo “violencia moral” pero se lo negaron. Y en octubre uno de los imputados lo denunció por extorsión.

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La causa comenzó el 8 de septiembre de 2012. Esa tarde el Fantasma iba con su mujer y su hija en una cupé BMW blanca por la calle Entre Ríos, en Rosario. Al lado paró una moto negra, el conductor sacó una 9 milímetros y disparó entre 5 y 10 tiros hacia el auto. Ninguno lo mató. Entonces el sicario bajó de la moto, avanzó, se puso de frente y disparó tres veces más. Ahí sí, Paz murió. La hipótesis era que lo habían mandado a matar los Cantero, la familia que lidera la organización Los Monos.

Entre ese asesinato y el del Pájaro Cantero en mayo del año siguiente la causa estuvo quieta. Pero la provincia estaba agitada por la detención del Jefe de la Policía de la Provincia (Hugo Tognoli). En febrero Cristian Romero pasó a ser el Jefe de la División Judiciales y quedó a cargo de la investigación de la banda criminal Los Monos. El cambio de mando policial provocó un reordenamiento territorial que terminó con el asesinato del Pájaro Cantero. El domingo 26 de mayo de 2013 Cantero salió del bar Infinit Nigth, en Villa Gobernador Gálvez. Se alejó unos pasos porque quería hacer pis. Alguien, desde una camioneta, le disparó diez veces. Más tarde asesinaron al dueño del boliche (Diego Omar Demarre) de modo similar: un auto blanco se puso al lado y disparó.