Cosecha Roja.-
A Pamela Moreno la encontraron agonizando en el kilómetro 723 de la ruta nacional 34, en Santiago del Estero, el 3 de diciembre. La habían golpeado y luego atropellado con un auto que le dejó las ruedas marcadas en el tórax y el abdomen, y le robaron plata y un celular. Tenía 24 años y hacía poco había renovado el DNI con su identidad autopercibida. Un ex policía confesó el crimen y el juez dictó la prisión preventiva.
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Brian Salto llegó esta mañana a la sala de audiencias del Centro Judicial Banda con custodia policial, según publicó el diario El Liberal. Volvió a contar lo que había confesado a comienzos de febrero: él fue quien pisó a Pamela con las ruedas traseras de su camioneta Ford negra doble cabina, luego de que ella se resistiera al robo de 300 pesos y del celular. Después volvió a su casa, a 200 kilómetros al sureste de la capital provincial. La fiscal Norma Morán lo acusa de homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y criminis causa. Pidió la prisión preventiva para el hombre y el juez Ramón Gómez se la concedió.
Salto tiene 30 y es de Suncho Corral, departamento Juan Felipe Ibarra. Nueve años atrás integró la policía santiagueña y ahora se dedicaba al comercio de alimentos en zonas rurales de la provincia. El informe psiquiátrico, elaborado después de tres entrevistas, determinó que Salto “posee trastorno de personalidad, además sería una persona egocéntrica, egoísta, que se fija sólo en su propia satisfacción y no en las necesidades de los demás”, según publicó el El Liberal.
Hay algunas coincidencias entre los testimonios que son clave para la investigación: esa noche el autor del crimen dijo que se detuvo en la esquina de Garibaldi y Sarmiento y eso coincide con el relato de las otras travestis amigas que estaban con Pamela. Ellas contaron que en esa esquina Pamela y Salto tuvieron un diálogo corto y ella se subió a la camioneta. También concuerda la descripción que ellas hicieran del vehículo con las características del auto de Salto.
El hombre anduvo por la ruta 51: lo confirman las cámaras de seguridad. Además, la descripción que dio sobre la vestimenta de la víctima es exactamente igual a lo que se ve en las fotos y lo que los peritos describieron en la autopsia. El relato sobre la zona donde encontraron a la víctima es meticuloso y verosímil. También dijo que Pamela se bajó los pantalones y después alcanzó a subírselos. Así se la ve en las imágenes de la escena del crimen: con el pantalón desabrochado. Después de matarla, el ex policía se llevó el monedero y el celular, que empezó a sonar mientras se iba. Era Luciana, una compañera que la llamaba preocupada porque no volvía.
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