IMG_20150630_163344606 (1)Cosecha Roja.-

Gatillo fácil es una novela gráfica basada en la historia de la ‘masacre de Pompeya’. En 2007 la Justicia condenó a Fernando Carrera a prisión perpetua porque creyó la versión policial, la que decía que era un ladrón que huía armado, que atropelló y mató a tres personas. Con el guión de Pablo Galfré y los dibujos de Sergio Ibáñez, el libro relata la vida de Carrera en la cárcel y la lucha de la familia para liberarlo. Combina dibujos y texto, y revela material original de la causa judicial.

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El 25 de enero de 2005, los oficiales de la comisaría 34 persiguieron a Carrera por la Avenida Sáenz. Creyeron que era un ladrón que escapaba en un Peugeot 205 blanco. Le dispararon más de 25 veces hasta dejarlo inconsciente: los tiros le pegaron en la mandíbula. Carrera no se acuerda qué pasó después: perdió el control del auto y mató a dos mujeres y a un niño de seis años. Para tapar el error, la policía le armó una causa, inventó un robo y plantó un arma en el auto.

En 2010 se estrenó El Rati Horror Show, el documental que aclaró su inocencia y contradijo el relato policial.

La repercusión fue efectiva: la Corte Suprema ordenó la revisión la sentencia y lo dejó libre. A los pocos días, la Sala III de Casación confirmó la condena: Carrera era culpable pero le redujeron la pena de 30 años a 15.

“Nadie pedía mi ‘inmediata detención’. Mis abogados leían el fallo y ni ellos lograban entender si tenía que volver a prisión o no. Vivíamos pendientes de que me vinieran a buscar. Hasta que finalmente, a través de medios no oficiales, supimos que no me iban a detener. Por el momento”, escribió Carrera en el epílogo de Gatillo fácil.

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La Justicia no consideró que en la rueda de reconocimiento ningún testigo señaló a Carrera como la persona que había cometido el robo y era perseguida por la policía. Durante el juicio, nadie declaró haber visto a Carrera disparar un arma. “Para el Tribunal primero y para la Cámara después es como si esos testimoniales no hubieran existido”, dijo Rocío Rodríguez López, una de las abogadas de Carrera.

“Tenemos la certeza de que él es la cuarta víctima y que merece justicia: que los responsables de los ocho disparos que recibió y de los siete años y cincos meses que estuvo preso sean juzgados”, dijo el otro abogado defensor, Federico Ravina. Para él, en la causa está en juego la inocencia de Carrera y falta investigar la responsabilidad policial. “Este caso demuestra que existe el gatillo fácil, que hay causas armadas e impunidad judicial”, dijo.