Giuliana Llamoja máto a su madre de 67 puñaladas en 2005.  La noticia conmovió a todo Perú: una joven  estudiante de derecho, de apenas 18 años, ganadora de un concurso de baile en la televisión, convertida en asesina.  El 26 de julio del 2006 la sentenciaron a 20 años de prisión. Un año después, la Corte Suprema le redujo la pena a 12 años. Tras cuatro años de cárcel, obtuvo un regimen de semilibertad. Llamoja salió de la cárcel con su historia, un puñado de poemas y su belleza a cuestas. Jaime Baily la llevó a la televisión y pronto se convirtió en una figura conocida. Ahora deberá volver tras las rejas. Si es que logran encontrarla.

El crimen fue la noche del sábado 5 de marzo de 2005,  luego una discusión en su casa de San Juan de Miraflores, el barrio de clase media alta en el que vivía con con sus dos hermanos y su padre, un juez que ahora –según acusan sus propios familiares- la protege. María del Carmen Hilares Martínez, la víctima, murió desangrada luego de recibir 65 puñaladas.  Las discusiones entre ambas, dijeron luego los vecinos, eran frecuentes.

Uno de los primeros agentes en llegar a la escena del crimen contó a los medios que el hermano de Giuliana, Luis, regresó de la calle cerca de las once de la noche. Quiso entrar a la casa, pero no logró abrir la puerta porque estaba trancada. Después de mucho insistir, abrió su hermana, envuelta en una toalla. Se había estado bañando.

El muchacho no tardó en notar el caos de la sala, de la cocina, el rastro de sangre. “Estuve discutiendo con mi mamá y se suicidó”, le mintió Giuliana. El cadáver de María del Carmen Hilares Martínez (47) estaba en el baño, tendido boca a bajo. A un costado, los anteojos manchados y rotos de la víctima. Ella había recibido 65 puñaladas con un cuchillo de cocina. En el brazo, en el pecho, en la espalda, en la cabeza, en una oreja. Incluso tenía un largo corte en el cuello, a la altura de la yugular. Giuliana estaba llorosa, pero calmada. Cuando se hizo presente el fiscal para ordenar el levantamiento del cuerpo, en horas de la madrugada, confesó.

No queda muy claro qué fue lo que ocurrió esa noche. En la casa de al lado, la música de una reunión familiar impedía escuchar mayor cosa. El papá -titular del Juzgado Civil 41 de Lima- se encontraba de viaje en Argentina, por motivos de trabajo, acompañado por el último de sus hijos. Los reporteros enviados a cubrir esta historia aquella madrugada recogieron la versión de que la chica había intentado primero darle a la madre una bebida mezclada con raticida, pero que esta reconoció el veneno y lo arrojó al piso. Habría sido entonces que tomó el cuchillo.

Un trascendido señalaba que Llamoja insultó a su madre gritándole ignorante y le sacó en cara que no tuviera formación universitaria como ella o su papá.

Acuña continuó: “La señora le lanzó un adorno de cerámica, que la chica esquivó. Llamoja asegura que la mamá fue la primera en coger el cuchillo. Lo cierto es que ella también tiene varios cortes”.

 

“Soy feliz y ando feliz porque tengo a Dios en mi vida y hay muchos motivos para sonreír, y la poesía es uno de ellos” dijo cuando la justicia le otorgó, en 2009, un regimen de semi libertad.

Al salir de prisión, la joven abrió un blog (http://giuliana-llamoja.blogspot.com/ ), cantó en el Lawn Tenis de Jesús María, junto a la cantante norteamericana Jaci Velásquez y publicó un libro con sus poesías.

Con el tiempo se convirtió en una poeta conocida: la invitaban a lecturas y  era una atracción para los reporteros de TV. Pero su sueño era otro: conocer a Jaime Bayly. “He leído algunos libros de Bayly y han sido de mi gusto, así que no tendría ningún inconveniente en pedir que me asesore”.

Una semana después, la invitaron a participar de El Francotirador.

 

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La solicitud para revocar su semilibertad fue tramitada por Luis Llamoja, el mismo que fue el primero en llegar a la escena del crimen. El joven aseguró que entre el 23 y 27 de octubre del 2010 Giuliana viajó sin autorización de un representante del Poder Judicial a la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

Para realizar esa travesía –dijo– falsificó la firma de su ex abogada Rocío Cornejo Yaya. La letrada, que ya había renunciado a patrocinarla, denunció que recibió amenazas  luego de hacer público que eso había sucedido.

La resolución judicial de la doctora Betsy Munaico Gamarra, titular del 28° Juzgado Penal de Lima, establece que la sentenciada deberá permanecer recluida hasta el 4 de marzo del 2017. La magistrada sostuvo Llamoja Hilario “no es una persona capaz de acatar determinadas pautas de conducción, demostrando un irrespeto absoluto por el Poder Judicial”.

Se le acusa de viajar varias veces al interior del país sin contar con autorización del juzgado, como su caso lo exigía. También de sorprender a las autoridades judiciales al gestionar un permiso para asistir ala Feriadel Libro en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, en el 2010 sin haber acreditado nunca su presencia en la feria.

Otra falta grave que se le atribuye es haber consignado en su DNI como dirección la calle Breton 486, distrito de San Borja.

Giuliana Llamoja, según la jueza Munaico Gamarra, también se negó a acudir todos los meses a firmar en el libro de registros del Poder Judicial, como están obligados a hacerlo todos los que se encuentran con libertad restringida.

Además no acreditó su situación laboral, pese a que para gozar del beneficio de la semilibertad es obligatorio que cuente con un empleo estable y lo reporte formalmente cada tres meses.

Desde la resolución judicial, no se supo nada de la joven.  En las redes sociales se especuló con que había escapado a Ecuador y varias veces se anunció, de forma falta, que había sido detenida.

El juez civil Luis Llamoja Flores, el padre de Giuliana, dijo estar seguro de que se pondrá a derecho en las próximas horas. “No es justo lo que le esta pasando”, sostuvo tras indicar que seguirá apoyando a su hija con mucha firmeza.

Luis Llamoja Hilares (23), hermano de la estudiante, se mostró satisfecho con la resolución judicial. “Alguien que mata a su madre con crueldad no puede salir libre en 4 años, merece estar en la cárcel hasta el último día de su condena”, sostuvo.

A través de una conferencia de prensa, Luis dijo que su padre está “pagando los platos rotos” por la determinación de Giuliana, quien se encuentra en la clandestinidad. “Lamento que no haya aprovechado el beneficio de libertad que tenía”, enfatizó.

¿Qué mensaje le darías en estos momentos?, le preguntaron los periodistas.  “Le pido que no empeore su situación legal. Debió entregarse y respetar a la justicia de la cual se está burlando”, refirió. “No me duele que vuelva a prisión, me duele que le haya arrancado la vida a nuestra madre. La tengo presente a ella y no a Giuliana.”

 

Síntesis de varios artículos  publicados en: http://www.larepublica.pe