El jueves 5, a la mañana, sonó el teléfono en la casa de los Farías. De otro lado de la línea, una persona, luego de presentarse como funcionario del consulado de Brasil, dio a los familiares la peor noticia: Luciana Farías, de 27 años, estaba muerta. Habían encontrado su cuerpo en un complejo en Búzios. La mujer se había casado el 30 de septiembre pasado en un Registro Civil de la provincia de Catamarca, con Pablo Fernando Angelina, condenado por el homicidio de su ex esposa María Belén Galeto, el 9 de febrero de 1998. El 30 de octubre, la pareja decidió vivir en Brasil y allá se fueron.
Todo parecía marchar bien pero el 31 de diciembre, la mamá recibió un llamado de Luciana con un pedido de auxilio. Y aunque lo intentó, nunca pudo volver a hablar con su hija. También llamó a Angelina, que en Brasil se dedicaba al comercio, pero no tampoco contestó. Los familiares de Luciana se sorprendieron porque el 3 de enero a las diez de la noche, el hombre puso un crespón negro en su portada de Facebook. Además escribió “Cómo te extraño mamá. Luciana lo necesita. Para mi paciencia y paz”. La última publicación en su muro fue escrita ayer a las cinco de la tarde: “Lucy te amamos con el alma. Estarás siempre en nuestros corazones y pensamientos. Pablo y Router”. Hasta ese día había posteado fotos con su mujer.
Ayer Angelina se comunicó con la familia a través de un mensaje. Les dijo que Luciana había muerto. Desde entonces fue intensamente buscado por la policía brasileña.
Sin embargo, hoy habló con la agencia Télam por esa red social. “Estoy casi sin vida, no puedo más”. Negó estar “desaparecido”, aseguró que la Policía de Brasil le dio “libertad inmediata” porque las pericias fueron “contundentes” y señalaron que se trató de un “suicidio”. Dijo que Luciana se ahorcó con una soga y dejó una carta en el que explicó la decisión que había tomado. La recordó como una mujer “sencilla” y confirmó que su cadáver ya fue “sepultado en Buzios”, a pesar de los deseos de la familia de repatriar los restos a Catamarca. “Avisé a su madre y ellos querían que el cuerpo sea llevado a Argentina. Pero yo soy legalmente su marido y puedo elegir dónde sepultar los restos”, explicó. “Recen por mí y por el alma de Luciana, no puedo más”.
El cónsul argentino en Río de Janeiro, Alejandro Suárez Hurtado, explicó a esa agencia que el cuerpo de Luciana fue encontrado el martes y que llevaba fallecida al menos 24 horas. Mientras ue para el cónsul “existe una sospecha de suicidio”, para el abogado Luciano Rojas, que representa a la familia de Luciana, se trataría de “una muerte violenta”. Ahora se espera el resultado de la autopsia.
Prontuario. El entonces empresario Pablo Fernando Angelina fue condenado en 2000 a 18 años de prisión por el crimen de su esposa María Belén Galeto, a quién asesinó de ocho tiros el 9 de febrero de 1998, en Catamarca. Ellos estaban separados. El hombre la esperó en la plaza de La Alameda y cuando la vio llegar, le disparó ocho veces. Quedó en libertad 2014 y volvió a ser detenido varias veces: por robar de un mineral llamado rodocrosita usado en joyería, luego por colgarse de la luz, por el robar de imágenes de una iglesia cordobesa y también por agredir a su madre. En medio de esas entradas y salidas de la cárcel, escribió un libro al que tituló “22”. Antes de conocer a Luciana, estuvo en pareja y tuvo un hijo con una mujer llamada Noelia Baigorrí, quien cumple prisión domiciliaria por homicidio. Los Farías se opusieron a la relación, pero Angelina distanció a su nueva novia de todos ellos.
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