Imposible no recordar el video de Mailén denunciando a su abusador Miguel del Pópolo. Es un testimonio que mucha gente no pudo terminar de ver: ella frente a cámara, quebrada por momentos, narrando lo que había vivido en manos del músico de la banda “La ola que quería ser chau”. Pasaron diez meses de aquello. Recién hace quince días, el acusado tuvo que presentarse la justicia. Pero no pasó nada: la causa sigue en una total indefinición.
Mailén, la chica que denunció a su abusador con un video en Youtube, todavía espera. Diez meses después del abuso y la denuncia, el músico Miguel del Pópolo fue citado a indagatoria el 2 de marzo. No contestó preguntas, presentó un escrito y se fue a la casa. En el escrito pidió una ampliación de la indagatoria en presencia de la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, “a fin de formular aclaraciones, explicar la real versión de los hechos y responder preguntas”.
“Ahora hay que seguir esperando”, dice la letrada Nvard Nazaryan. Lo dice con cierto hastío: pronto se cumplirá un año del abuso y todavía siguen en un estado de indefinición judicial. Lo que tiene que definir la jueza es si Del Pópolo queda detenido, procesado pero en libertad hasta el juicio oral o sobreseído. “Todo el apoyo que podamos darle a Mailén en este momento es fundamental, no sólo para contenerla a ella, sino para que la Justicia sepa que este es un tema que está vigente y que hay mucha gente pendiente de esta decisión”, agrega Nazaryan.
La espera de Mailén es la prolongación de una dilación mayor: la que comenzó cuando decidió denunciar en un video en Youtube la violencia y el abuso que sufrió por parte del que en ese momento era el líder de la banda indie “La Ola Que Quería Ser Chau”. Banda que no volvió a tocar después de esta denuncia y que luego de que estallara el escándalo se quedó sin bajista (Francisco “Fradi” Dos Campo) y corista (Giuliana Borello), ya que ambos abandonaron el grupo por “la gravedad de la situación como por la irrelevancia e indiferencia dada a la misma dentro de la banda”.
Esta instancia en la que Mailén tiene que rearmarse de paciencia la encuentra un poco más entera. Con una “fina esperanza” de que Del Pópolo pague por lo que hizo. Y también la encuentra acompañada. Mailén no está sola, a sus amigos y a su abogada se suman cientos de mujeres que ella animó a no doblegarse, a denunciar y a luchar. “Luchar hasta que nuestros derechos valgan lo que valemos nosotras, lo que ellos creen que no”, dice Mailén.
*Está nota fue escrita en el marco de la Beca Cosecha Roja y será publicada también en Diario Popular.–
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