El asesinato de Mara Castilla conmocionó a México. Miles de mujeres salieron a las calles para exigir justicia y gritan #NiUnaMenos ante los siete femicidios diarios del país. El caso puso el foco en los taxis Cabify: el chofer que llevó a Mara a su casa está procesado por privación ilegítima de la libertad y tiene prisión preventiva. Hasta ahora no lo acusan por la violación ni por el crimen. Mientras, la empresa ya no puede operar en el estado de Puebla, donde vivía la adolescente de 19 años, pero sugirió “mejorar la seguridad”.
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Mara subió a un Chevrolet Sonic 2017 color gris el 8 de septiembre a las 5:03. Era el auto que mandó la compañía de taxis Cabify. Había salido de un bar en Cholula, una ciudad del estado mexicano de Puebla, con sus amigos. Le avisó a la hermana Karen que llegaría pronto. El recibo del Cabify estaba en el buzón y verificaba que el viaje había finalizado en la puerta del departamento. Los videos de las cámaras de seguridad mostraron que el taxi que manejaba Ricardo Alexis N. llegó a las 5:46. Esperó 20 minutos frente a la puerta de su casa pero Mara nunca bajó. El chofer se registró en la habitación 25 del Motel del Sur de 6:35 a 8:15. La familia de Mara realizó la denuncia por su desaparición. Los empleados del motel denunciaron la falta de una toalla y una sábana. La policía registró la casa del conductor. Los datos móviles del teléfono de Mara probaron que había estado allí. Encontraron rastros de su sangre y su ropa. Una semana después de la desaparición encontraron su cuerpo. Estaba envuelta en una sábana blanca con el nombre de Motel del Sur.
Mara Fernanda Castilla Miranda era del estado de Veracruz, tenía 19 años y estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Según la declaración del fiscal de Puebla Víctor Antonio Carrancá para el diario mexicano Excelsior, la joven murió por “estrangulamiento y golpes severos”. La autopsia, además, indicó que fue agredida sexualmente.
La Fiscalía General del Estado procesó al conductor del taxi privado por el delito de privación ilegítima de la libertad. La justicia ordenó una prisión preventiva y fijó un período de cuatro meses como etapa de investigación complementaria (vence el 15 de enero de 2018). Durante la audiencia, la justicia no acusó formalmente al detenido en los cargos de violación, robo del celular y femicidio, según publicó El Universal.
En un comunicado, la Fiscalía de Puebla publicó que los datos de telefonía de los celulares de Ricardo Alexis N’ y de Mara Fernanda indicaron que estuvieron en los mismos lugares después de la desaparición de la joven: el Motel del Sur y el domicilio del taxista.
Con el hallazgo del cuerpo de Mara, la compañía de taxis privados Cabify anunció en un comunicado oficial que lamentaba “profundamente” el “fallecimiento” de Mara Fernanda y que se “solidarizaban” con su familia.
Días antes, en otro comunicado destacaron que su protocolo de seguridad “es el más estricto del mercado”, y que “cada uno de los conductores debe superar diferentes pruebas y exámenes antes de poder prestar su servicio a través de la plataforma”. Y finalizaban: “en cualquier caso, cada uno de nuestros protocolos está sometido a un proceso de mejora continua”. Ahora, tras el femicidio, Cabify anunció que tomará medidas para incrementar su protocolo de seguridad.
La gobernación de Puebla anuló el registro de Cabify para operar en el estado y amplió la investigación a más empresas privadas de transporte como Uber.
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De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2016, el 66.1 por ciento de las mujeres mayores de 15 años en México han sido víctimas, en algún momento de su vida, de violencia de género. De ese porcentaje, sólo el 9.4 por ciento hizo la denuncia. Además, las estadísticas confirman que entre el 2013 y el 2015 un promedio de siete mujeres fueron asesinadas por día, mientras que del 2001 al 2006 la cifra era de 3,5.
“No puede apelarse al comportamiento de las mujeres, dejando la responsabilidad en las víctimas. Estamos frente a un contexto que desprecia la vida de las mujeres, y a un Estado machista que tiene una histórica deuda pendiente, que debe revisar sus responsabilidades y su deber de diligencia respecto a la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres”, dijo la directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum.
El caso de Mara llevó a que miles de mujeres en todo el país salieran a la calle a manifestarse. En Xalapa, Veracruz se vistieron de blanco y negro, con flores y globos en las manos durante la marcha silenciosa que acompañó el entierro de Mara. “Ese mismo día y al mismo momento de la marcha hubo otros cuatro feminicidios de los que nadie habló”, contó a Cosecha Roja Carolina Ramírez, militante feminista de Veracruz. “Estamos indignadas y apabulladas, reclamamos por una y asesinan a cuatro. Ninguna autoridad dice nada, nos vienen matando y lo seguirán haciendo porque pueden”.