Gonzalo Tellechea es el único triatleta argentino que clasificó a dos juegos olímpicos seguidos: Londres 2012 y Rio 2016. Vive y entrena en San Juan, donde se prepara para un nuevo reto: quiere ir a los juegos de Tokio en 2020. Si lo hace, será una hazaña. A cada lugar donde va, tanto Gonzalo como su familia levantan la imagen de su padre: Raul Tellechea, desaparecido en democracia. Al filo de cumplirse 13 años, por primera vez dos jefes policiales serán indagados por el caso.
El 27 de Setiembre del 2004 el ingeniero Raúl Tellechea cenó con su pareja. Poco después de medianoche montó su bicicleta, pedaleó por las calles de la ciudad de San Juan, abrió la puerta de su casa, puso a cargar el celular, dejó los anteojos y la billetera sobre la mesa. Quizás tomó la medicación contra la diabetes, quizás no. Aquellas cosas cotidianas que lo rodeaban quedaron intactas, como si el dueño se hubiese esfumado en el aire. La familia comenzó a buscarlo por la tarde. Los diarios locales dieron la alarma: el primer día sin el ingeniero titularon “Desaparece un emblema del ciclismo sanjuanino”.
En su juventud, Tellechea fue corredor de carreras. En su madurez, estudió para ser Comisario Nacional de Cronometraje de Ciclismo, y dedicó su tiempo libre a crear un software para medir los tiempos de las carreras. Hombre afecto a los sistemas, también se especializó en desarrollar programas contables para varias empresas. Una de ellas era la Mutual del Personal de la Universidad Nacional de San Juan, donde estaba a cargo de los sistemas informáticos y había montado un sistema para la liquidación de sueldos. Allí se centran hoy todas las sospechas del caso.
Poco después de la desaparición, se sabría que la última noche, antes de la cena con su pareja, Tellechea estuvo en una reunión de esa mutual. También se sabría que 15 días antes había renunciado a esa institución, y que en esa última reunión había discutido de forma dura con sus entonces ex-empleadores.
En 2015 el juez federal de San Juan, Leopoldo Rago Gallo procesó a seis personas: el ex secretario de Desarrollo Social Luis Héctor Moyano; Eduardo Rubén Oro; Miguel Alejandro Del Castillo; Luis Angel Alonso; el ex policía Alberto Vicente Flores y Sebastián Cortez Paez.
En la resolución, el juez dijo que querían “hacer callar a Techellea al no haber acordado su silencio, por el cual Moyano -junto a los otros miembros de la comisión- pergeñaron un plan para el secuestro del ingeniero”.
El encubrimiento
Desde el primer día, la familia sospechó que la policía estaba encubriendo a los sospechosos. Isabel Ahumada de González, que trabajaba en la mutual, se presentó a la justicia para decir que había visto a Tellecha con vida. Más tarde se supo que la mujer, que tenía a su cargo una de las áreas de la mutual sospechada por fraude, era la cuñada de subjefe de Policía, hoy fallecido.
Con los años se acumularon pruebas como esa. Al fino de cumplirse el aniversario número 13 de la desaparición de Raul, lograron que el ex jefe de Policía Miguel González y el ex jefe de Seguridad Personal Mario León sean citados a indagatoria.
Las sospechas de como intentaron desviar la causa y encubrir a los sospechosos son tan variadas que por momenos parecen inverosímiles. Estan son algunas de ellas, tomadas del expediente:
1
Los policías ocultaron las pruebas recolectadas durante los allanamientos a la casa del ingeniero desaparecido. No las incorporaron al expediente.
2
La División Criminalística hizo pericias en el Dique de Ullum, en esembocadura del Río Seco, incluco con excavaciones. Esas pericias tampoco se incorporaron el expediente.
3
Ocultaron el contenido de una llamada que para la justicia es “crucial para el avance de la investigación”. Tampoco intervinieron los teléfonos de los principales sospechosos.
4
No buscaron a un sospechoso que se presentó como arrepentido, ni hicieron procedimientos en en los lugares que indicó.
5
A pesar de todas las pruebas, los policías encargados de la investigación lo siguieron buscando como prófugo. Incluso presentaron una testigo trucha que decía que estaba en Buenos Aires.
6
“En definitiva, se deduce de lo demostrado previamente que el policía sospechado esquivó hasta la más mínima diligencia persecutoria que reclamaba la aparición de un presunto arrepentido”.
7
Sembraron pruebas falsas: le enviaron a Interpol una declaración falsa a la que le atribuyó un origen confiable, provocando “un dispendio jurisdiccional caprichoso” para favorecer la versión de la huída del Tellechea al extranjero.
8
Nunca le tomaron declaración a Luis Héctor Moyano, presidente de la mutual donde trabajaba y “supuesto afectado personal por las irregularidades atribuidas a Tellechea”.