Marielle Franco era dirigente de derechos humanos, socióloga, militante negra y feminista. Tenía 38 años y fue electa concejala en 2016. Era la presidenta de la Comisión de la Mujer en la Cámara Municipal. También investigaba la acción de la Policía Militar en las favelas y la violencia institucional de la intervención federal en Río de Janeiro. Hace cuatro días había publicado en Instagram una foto que decía “Paren de matarnos”.
Ayer a las 21.30 salió de una actividad política, una reunión de jóvenes negras, en el barrio de la Lapa, en Río de Janeiro. Un auto paró al lado del suyo y desde allí comenzaron a disparar. Al menos cinco de los diez disparos que hicieron los desconocidos dieron en el blanco. Arrancaron y se fueron. No se llevaron nada. La principal hipótesis de la Delegación de Homicidios, a esta hora, es una ejecución.
Nacida y criada en el Complejo da Maré, una de las regiones más violentas de la ciudad, Marielle fue la quinta concejal más votada de Río en las elecciones de 2016, con 46.502 votos.
En la Cámara, presidía la Comisión de la Mujer y, el mes pasado, fue nombrada ponente de la comisión que acompañará la intervención federal en la seguridad pública de Río.
El concejal Tarcisio Motta (PSOL-RJ), compañero muy cercano a Marielle, dijo que su trabajo en ese área aún era muy incipiente. Al momento de ser asesinada acompañaba denuncias sobre la actuación de la policía en Villa Kennedy, una favela en la zona oeste de Río que fue elegida como laboratorio de la intervención. El viernes pasado la policía intervino sobre ese territorio, donde destruyó locales de varios comerciantes. El operativo terminó con una revuelta de los vecinos.
El mes pasado, Marielle había dicho que la intervención federal era una farsa. “Y no es una conversación de hashtag. Es una farsa. Tiene que ver con la imagen de la cúpula de la seguridad pública, con la salvación del PMDB, tiene relación con la industria del armamentismo”, había dicho.
Hace una semana publicó un texto en sus redes sociales denunciando abusos del 41º batallón de la PM en la favela de Acari. “En esa semana asesinaron a dos jóvenes . Hoy la policía caminó por las calles amenazando a los vecinos. Sucede desde siempre y con la intervención se ha vuelto peor”, decía.
El 41º batallón es uno de los que más registra muertes como consecuencia de oposición a la intervención policial. Un ejemplo: María Eduarda da Conceição, 13 de años, fue muerta a tiros frente a la escuela donde estudiaba, en marzo de 2017.
La Articulación de Mujeres Brasileñas la recordó con el video que Marielle utilizó en su campaña y exigió “el escrutinio de los hechos, la verdad y la justicia”. “Este crimen brutal no callará la causa y el legado de Marielle. Transformaremos dolor en lucha, y seguiremos resonando la denuncia de la violencia contra la población negra y pobre del país. ¡No nos callarán! ¡Por Marielle, más fuertes seremos!
Con información de Folha de Sao Paulo