A los 2 años, en diciembre de 2014 Brisa quedó huérfana cuando su padre asesinó a golpes a su madre y descartó el cuerpo en el río. Desde ese entonces, la nena y sus dos hermanos viven con una tía y los tres hijos de ella. El caso dio nombre a la Ley Brisa, que contempla pensiones para algunos hijos e hijas de víctimas de femicidio. El año pasado fue aprobada en la Ciudad de Buenos Aires y tiene media sanción a nivel nacional. Pero Brisa y sus hermanos todavía no reciben ninguna ayuda estatal porque viven en Moreno, provincia de Buenos Aires.
A partir de la presentación de un nuevo proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la provincia, Brisa podría acceder a un beneficio. La ley de “reparación económica para niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas con discapacidad víctimas colaterales de femicidio” que lleva la firma de la diputada Silvia París cuenta con el apoyo de todo el arco político con representación parlamentaria y fue elaborado junto con la Casa del Encuentro y la Defensoría del Pueblo.
“Esperamos que comience a debatirse en 15 días, cuando se conforme la Comisión de niñez, adolescencia, familia y mujer y que esté aprobada a mediados de año”, explicó a Cosecha Roja Walter Martello, defensor del Pueblo adjunto de la provincia.
Según el último informe de femicidios elaborado por la Casa del Encuentro, en Argentina hubo 2679 femicidios en los últimos 10 años: 3.378 hijos e hijas quedaron sin madre y más del 64% son menores de 18 años. En este contexto, la reparación histórica para las víctimas colaterales de los femicidios es fundamental.
La propuesta presentada ayer incorpora una cuestión clave que la distingue del proyecto nacional y del que se aprobó en la ciudad de Buenos Aires: no se trata de una pensión sino de una reparación. “Las pensiones ordinarias tienen un monto fijo determinado. Este proyecto establece una equiparación con lo que percibe un agente de la administración pública provincial y garantiza movilidad cada vez que haya un aumento”, detalló Martello.
Además, establece que los niños y niñas tengan garantizada la cobertura del servicio de atención sanitaria y que el beneficio no es incompatible con otros, como la Asignación Universal por Hijo. Tampoco sería incompatible en caso de que se aprobara la Ley Brisa a nivel nacional.
Otra diferencia con el proyecto aprobado en Buenos Aires es que alcanza a todos los menores víctimas colaterales de femicidios. En la Ciudad solo pueden acceder a la pensión los chicos y chicas víctimas colaterales del femicidio de su madre en los casos en que el femicida haya sido su padre.
La iniciativa, similar al proyecto de Ley Brisa que está congelado en el Congreso nacional, cuenta con el apoyo de todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria en la provincia. Cuatro años y medio después del femicidio de su madre, Brisa y sus hermanos finalmente podrían llegar a acceder a una ayuda del Estado.