La participación de la escritora Claudia Piñeiro en el debate por la ley de despenalización del aborto fue potente. En Cosecha Roja destacamos los pasajes más importantes de su discurso. Un discurso que nos dejó temblando.
1.
“Algunos dicen que los escritores podemos captar lo que está pasando en una sociedad y ponerlo en palabras. Quiero que sepan que 200 escritoras argentinas firmamos una carta a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Si ustedes en el último año tuvieron la suerte de leer algún libro escrito por una escritora argentina, no tengan dudas de que esa escritora está en esta lista”.
2.
“Los escritores tenemos la posibilidad de pararnos en distintos puntos de vista. (…) En este debate estamos viendo que hay un punto de vista que quiere anular al otro. Los que están a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo no obligan al otro a interrumpir un embarazo, quieren tener ese derecho. Sin embargo, los que están en contra de la ley de interrupción voluntaria del embarazo quieren imponer su punto de vista al otro”.
3.
“Los escritores tenemos algo que Ivonne Bordelois llama la conciencia lingüística. El lenguaje construye realidad. Y hay como un supermercado gratuito de donde nosotros agarramos palabras y las usamos. El problema es cuando alguien nos quiere robar una palabra. Ahí nos damos cuenta del valor, ahí dejan de ser gratuitas. Y en este debate también nos están queriendo robar una palabra (…) Eso está pasando en la Argentina hoy con la palabra vida. Cada vez que alguien dice que está en contra de la ley de interrupción voluntaria del embarazo porque estoy a favor de la vida, nos excluye a todos los que no estamos de acuerdo con eso y que si queremos una ley que permita interrumpir voluntariamente un embarazo. (…) No permitamos que nos roben la palabra vida, nosotros también estamos a favor de la vida. (…) Entiendo que hay gente que lo hace ingenuamente, pero no puedo permitir que ustedes, señores diputados, que los ministros y el presidente pequen de ingenuos. (…) Están haciendo una operación de lenguaje para separar a la sociedad y dejarnos afuera. (…) No nos ofendan, no nos discriminen más. Por la vida estamos todos”.
4.
“Pregunten. Tienen sentada al lado de ustedes, en su casa, entre las amigas de sus hijas mujeres que se hicieron un aborto. (…) Abracemos a esas mujeres, digámosle que no van a ir presas, digámosle que van a poder hacerse un aborto en condiciones no clandestinas y con la misma salud que una mujer rica”.
5.
“Ustedes, señores diputados que están por votar en contra, piensen lo siguiente: hace muy poco hubo una ley de matrimonio igualitario. Si revisamos los argumentos de los que votaron en contra de esa ley, sentirán vergüenza. Yo creo que mucha gente debe sentir una enorme vergüenza no sólo de lo que votaron sino de lo que dijeron, de las barbaridades que dijeron. Barbaridades similares a las que se están diciendo hoy en contra del aborto. Entonces ustedes, dentro de unos años, van a tener que mirar a los ojos a sus hijas y a sus nietas cuando les pregunten ‘¿es cierto que vos votaste para que una mujer tenga dentro de su cuerpo un embrión? Y ustedes les van a tener que decir que sí. Y los ojos de esas personas les van a transmitir el horror, la sensación de estar frente a alguien que cometió un acto aberrante, tal vez, un delito. Porque ¿saben qué? cambiaron los tiempos. Las mujeres estamos acá para defender nuestros derechos y no nos vamos a retirar. Les pedimos a ustedes por favor que cumplan con su deber”.