“Se hizo justicia. Gracias, oficialmente y legalmente soy una madre trans travesti.” Nicole Vazquez escribió esto en su facebook luego de la audiencia en la que la justicia le dio la tenencia definitiva de su sobrino. Tardó cuatro años en lograrlo. En todo ese tiempo, su sobrino Y. pasó más de un año en un hogar y tres en una situación de indefinición. Una jueza consideraba que Nicole, por ser trans, no estaba en condiciones de formar una familia. El mismo día que en Uruguay se sancionó la Ley de Integral para personas Trans, la suerte de Nicole y de su sobrino cambió. Ahora podrán vivir juntxs y como la familia que ya son.
En 2014 Nicole, uruguaya que vive en Argentina, se enteró que un sobrino suyo de ocho meses había sido judicializado. El padre del niño, hermano de Nicole, y la pareja habían sido separados del bebé. Al niño Y. lo trasladaron a un hogar del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay (INAU). A los 25 años Nicole fue llamada por el INAU. Al ser de su familia, ella podría brindarle un hogar. Nicole no lo dudó. Viajó varias veces, costeando con sus ingresos cada uno de los traslados. En cada viaje trató de construir un lazo, armar un vínculo “Enseguida que me llamaron dije q.ue sí. Empecé el proceso, sabia que no era fácil. Pero tenía la convicción de que era su tía. Era su familia”, le dijo desde Uruguay a Cosecha Roja.
Nicole preparó un cuarto de su casa para recibirlo. Lo decoró pero no quiso comprar muebles. “Tenía miedo de que las cosas no salieran bien y volver a tener que afrontar ese dolor, con todas sus cosas ahí”. Pasaron varios años, muchos viajes a Uruguay y una pelea intensa para que finalmente Y. accediera a su derecho de tener oficialmente una familia de amor.
El Código de la Niñez y la Adolescencia de Uruguay plantea que el ingreso de un niñx a un establecimiento público o privado se considerará en última instancia y que se debe procurar que sea transitoria. Ante todo, establece el derecho del niño a estar en contacto con miembrxs de su familia o a crecer en el seno de otra familia o grupo de crianza que cuide su bienestar.
A Y. le demoraron ese derecho pese a que su tía demostró su deseo de formar familia junto a él. En 2014 la jueza Karen Ramos, del Juzgado de Primera Instancia de Séptimo Turno de Paysandú, le negó el pedido de custodia provisoria que había pedido Nicole.
“Era un 22 de Diciembre, imaginate. Muy cerca de las fiestas le pedimos un permiso de custodia para que pasara las fiestas en Buenos Aires, con toda mi familia esperando. La jueza me dijo que no”, recuerda Nicole.
Sus abogados y los abogados del INAU presentaron una apelación, sosteniendo que no se estaban respetando los derechos del niño. “Concluimos que era un prejuicio hacia mi identidad de género lo que la jueza tenía. A mi me destruyó ese día. Durante la sentencia sentí su desprecio, la forma en que ella me miraba era muy despectiva, me hizo sentir muy mal todo el tiempo”.
Luego de las apelaciones vino la espera. No le negaban la tenencia, pero tampoco la otorgaban. Un trámite que habitualmente demora un año llevó cuatro hasta la sentencia firme anunciada en la audiencia del 16 de octubre.
En todos estos años Nicole debió viajar cada 30 días a Uruguay para que la custodia siguiera firme. Cada 30 días cruzar el charco para un trámite. Este año se fue la jueza y eso cambió para suerte de Nicole. La mirada de la jueza Jimena Haw fue distinta:
“El día de la audiencia me abrazó y me dijo que esto se tendría que haber resuelto mucho antes. Me dijo: vayan a la Argentina, sean felices”.
Nicole aclara: “la tenencia fue demorada por discriminación hacia mi identidad de género. Eso consta en el expediente”
El Colectivo de Diversidad Sexual Manos Púrpura, de Paysandú, acompañó desde el principio la pelea de Nicole y su sobrino. También lo hicieron sus compañerxs del Bachillerato Mocha Celis y el Ministerio Público Tutelar de Argentina, “Quiero rescatar también al activismo de acá, a las compañeras de Manos Púrpuras, incluso a la gente del Juzgado. No todos piensan como la Jueza Ramos. Eso tambien lo quiero decir” dice Nicole.
“Siempre pensé que lo íbamos a lograr, pero hasta que no pasa tenés ese miedo. Me cayó la ficha cuando salí del Juzgado, al ver a todxs lxs que nos estaban acompañando. Estoy feliz”
Alejandra López es integrante del colectivo Manos Púrpura. Conoce el reclamo de Nicole desde el principio. Cuando se supo la fecha de la audiencia, convocaron a acompañarla en la puerta del juzgado. El flyer que difundieron decía “vamos todes por esa tenencia”.
Ese mismo 16, en Montevideo era aprobada la Ley Integral Trans en la Cámara de Senadorxs. El festejo fue doble. “Fue un hecho histórico para Paysandú y para Uruguay. Este caso es importante porque reconoce los derechos de lxs niñxs a crecer en familia. Es un acto de justicia para Nicole y para Y.” le dijo a Cosecha Roja Alejandra.
En Uruguay septiembre es el mes de la diversidad. Este año uno de los ejes fue el derecho a las familias diversas, mostrando que hay distintas familias y que lo central no son las identidades de género de sus integrantes sino que lxs niñxs sean parte de familias felices.
“Con el caso de Nicole se logró algo muy importante: que se visibilizara la realidad de la comunidad LGBTTTIQ+, que ha sido históricamente ocultada. En el contexto de la discusión por la Ley Integral Trans, que haya salido la tenencia de Y nos ayuda a dar el debate público sobre nuestras realidades y nuestros derechos”, dijo Alejandra.
Ahora resta volver a casa. Nicole cuenta que a Y. le esperan sus gatos y perros. También su papá. En Hurlingham está su hogar, su jardín de infantes.. Y la familia que su tía Nicole comenzó a construir hace cuatro años para él. Cuando salió del juzgado, ella cuenta que la esperaban con papeles picados y gritos. “Me abrazaron como cuando metes un gol, todes amontonades encima mío. Ahí me quebré. Festejamos doblemente, en ese momento supimos de la votación de la Ley en Senadores” dice y reconoce que todavía le agarran llantos repentinos, como si de apoco fuera convirtiendo el dolor pasado en la felicidad de hoy.