Luego del “éxito” editorial de la columna “Los derechos humanos de los jueces (y las juezas)”, publicada en este mismo sitio y que, en definitiva, no es más que una forma de reírnos de nosotros mismos y, de paso, tratar de hacer algunas reflexiones supuestamente trascendentes (que jamás logramos), Graciela Cortázar (coequiper de elucubraciones junto a Leticia Lorenzo) propuso: ahora hay que hacer el Diccionario Básico de la Real Academia Judicial, con el deliberado propósito de reflejar la jeringoza que usualmente utilizamos abogadas y abogados para expresarnos y ¿hacernos entender?
Compartimos la idea en las redes sociales y en poco más de 48 horas se produjeron más de 500 comentarios, muchos de los cuales engrosan el listado que aquí presentamos, y que da cuenta, en primer lugar de la buena onda de nuestras amigas y amigos virtuales, y luego, del inagotable argot que hemos sabido acuñar los “letrados”.
En rigor, de modo espontáneo, se formaron dos órdenes de ideas: 1) la interpretación que, suponemos, asignan las personas que no son abogadas a la terminología que empleamos y 2) el significado que encubren ciertas frases de la jerga judicial.
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Significado corriente de ciertos términos abogadiles.
- Ab initio = disfunción sexual masculina
- Absolución de posiciones = perdón concedido por practicar el Kama Sutra
- A contrario sensu = que no es sensual
- Actuaciones labradas: obra de teatro con temática campestre
- Actuario = individuo con vocación de actor que se tuvo que conformar con ser empleado judicial
- Adunar = colocar grandes cantidades de arena sobre superficies planas
- Agotar la vía administrativa = cansar la vía administrativa, hacerla correr mucho
- Arrojar luz = tirar un velador arriba de la resolución para firmar mejor
- Autos y vistos = estacionamiento monitoreado
- Cachear = actuar como Cacho Castaña
- Casa de tolerancia = hogar en el cual todos sus integrantes tienen la cualidad de respetar las opiniones, ideas o actitudes de las demás aunque no coincidan con las propias
- Código de fondo = código que se encuentra abajo de una pila de libros
- Código de forma = código con una bonita encuadernación
- Código de rito = código para ir a misa
- Corre por cuerda floja = individuo extremadamente habilidoso que suele ofrecer sus funciones en los circos
- Costas = terrenos lindantes a superficies marinas o lacustres
- De cujus: oriundo de las provincias de San Juan y Mendoza
- Defensor oficial = que juega de 2, 3, 4 ó 6 y no está a prueba
- Delito = dícese de una pertenencia de Lito Vitale
- Diligencia judicial = medio de transporte en que se trasladan los integrantes del Poder Judicial
- Dios guarde a VS = fórmula medieval, automática y acrítica, que se emplea para cerrar los oficios judiciales, sin saber ni preguntarse siquiera si el juez al que se dirige la misiva cree en dios
- Efecto devolutivo = hacer girar la pelota rápidamente para que avance hasta un determinado punto y luego regrese al sitio inicial
- El Superior = Jehová, Diosito, Tata dios
- Encartado = con naipes para el punto y para el truco, o muy buenas barajas para cualquier juego
- Erróse = púsose herraduras a la caballería
- Etapa de pruebas = función circense de malabaristas, equilibristas y payasos donde se dan a conocer distintas destrezas de habilidad, equilibrio, precisión y humor
- Excelentísima Cámara= Cámara Nikon D850, con video 4k
- Exhorto = parte del cuerpo humano que antes era culo o, el orto de mi ex
- Feria judicial = lugar en el que los jueces hacen las compras de frutas y verduras
- Fiador judicial: dícese del que tiene la concesión de un bar en los tribunales y le da fiado a sus clientes
- Hacer lugar = amucharse para que entre uno más
- Interlocutorio = local acondicionado para realizar llamadas internacionales y en ocasiones para conectarse a Internet
- Juez de Feria = el que va al mercado a comprar frutas y verduras
- Juez de instrucción = juez encargado de la formación militar de sus empleados
- Juez de paz = dícese del juez que es muy tranquilo
- Juez de turno = juez de farmacias
- La alzada = niña que se crió en distintos brazos
- Ley sustantiva = ley que no tiene adjetivos
- Ley adjetiva = ley que no tiene sustantivos
- Magistrado = funcionario que hace magia
- Mesa de entradas = mesa para venta de localidades de espectáculos públicos Dícese también de la mesa con canapés, picadita, ensalada rusa, Vittel Toné, etcétera
- Mutatis mutandi = serie televisiva (Breaking Bad)
- Non bis in ídem = tocate otra distinta
- Oficio = actividad laboral con la que los individuos se ganan la vida
- Préstamo a la gruesa: darle un crédito a una mujer encinta.
- Presunción iuris tantum = verdad calculada a ojo
- Providencia = acción divina que ocurre en auxilio de los justiciables
- Pupilo = forma tierna de disminuir la capacidad de sus representades que gustan mucho de usar les abogades
- Putativo = dícese de quién frecuenta lupanares y casas de tolerancia
- Recurso de alzada = artilugio de una persona que se encuentra excitada sexualmente en pos de lograr satisfacer sus más primitivos instintos
- Recurso en relación = recurso comprometido
- Refoliar = salió doblete
- Representante promiscuo = individuo que cambia de parejas en forma constante
- Res furtiva = vaca sigilosa
- Será Justica = mantra al que se recurre de modo automático y acrítico para cerrar un escrito judicial
- Sin costas= Bolivia
- Tasa pasiva = pocillo que no se mueve
- Terrenos fiscales = bienes raíces de Stornelli y De Luca
- Tratadista = individuo involucrado en trata de personas
- Vía administrativa = administración de los ferrocarriles
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Significado encubierto de ciertos giros abogadiles
- A los fines que estime corresponder = no sé qué joraca hacer con esto pero necesito sacarlo de mi vista rápidamente
- Notifíquese a los organismos correspondientes = no tengo ni puta idea a quién hay que avisarle esto
- Ocurra por la vía correspondiente = vaya a joder a otra parte
- Oportunamente, se proveerá lo que por derecho corresponda = después veo si tengo ganas
- Rechazo in límine = no tengo ni ganas de leer lo que pusiste
- Sirva la presente de muy atenta de envío/remisión/elevación = che, te mando este paquete a ver si tenés ganas de laburar
- Téngase presente = es tan poco interesante lo que decís que no me voy a gastar en responderte
- Téngase presente para el momento procesal oportuno = no tengo ni idea lo que tengo que resolver o, modo elegante de decir no jodas ahora con esto
- Tengo para mí = es mío, mío, mío
- Vistos = forma de iniciar la redacción referida a cuestiones que probablemente nadie vio
- Voto en idéntico sentido que el colega preopinante = no tengo ganas de ponerme a escribir
El listado podría continuar, pero no es la idea atosigar a los lectores. Hemos tratado de extractar los aportes más ingeniosos con el propósito de divertirnos pero, a la vez, reflejar el modo en que, suponemos, nos ve el resto de la sociedad a quienes un día salimos de las Facultades de Derecho con una ilusión debajo del brazo (habitualmente, hacer justicia, aunque en forma un poco más prosaica, llenarnos las faltriqueras con poco esfuerzo).
La lectura de este “diccionario” nos muestra la necesidad de replantear el modo de comunicarnos con el resto de la sociedad. Será muy dificultoso reclamar comprensión si no saben lo que decimos.
En este sentido los integrantes del Poder Judicial (expresión superior de las peores cualidades de la abogacía) tenemos las principales responsabilidades de abandonar modelos comunicacionales incomprensibles, que de modo acrítico venimos arrastrando a través de los tiempos. Pero no siempre la culpa es del chancho. También es necesario que la abogacía se ponga los pantalones largos (¿o las polleras largas?) y deje de ponerse de pie cada vez que una jueza o juez entra a una sala de audiencias, deje de dirigirse a esos funcionarios públicos como Su Señoría, Usía o Vuestra Excelencia, y escribirlo de ese modo en sus presentaciones, o encomendar sus almas a dioses en los que, en ocasiones, ni siquiera creemos. Sin ampararse en exigencias o costumbres inveteradas, rayanas con el abuso de autoridad. Y también la enorme responsabilidad de la Universidad en la formación de los futuros profesionales, que deben dejar de ser amasados a imagen y semejanza de los peores formatos de la abogacía.
Somos muchos los que tenemos la convicción de que la abogacía, de un lado y otro del mostrador, si en realidad quiere realizarse, debe confundirse con el resto de la sociedad, identificarse como uno más de las comunidades en que se inserta, único modo de obtener reconocimiento y recobrar el prestigio perdido.