Crónica de una tarde verde

Pañuelos en los cuellos, en las muñecas y las mochilas. Glitter en los labios. Puños en alto. Hasta que sea ley.

Crónica de una tarde verde

Por Jésica Rivero Bonetto
29/05/2019

Foto: Lara Otero

– ¡Casi me mato!

-Y bueno, si no te agarraste de ningún lado. ¿Qué querés?

-¡Que sea Ley! Eso quiero

Las dos pibas subían al subte con pañuelos verdes al cuello y glitter en los labios. “Hijo sano del patriarcado”, le dijo una a la otra en referencia a un varón que ventiló unas intimidades. “Pero ya van a ver, se va a caer”, le dijo la otra, como si el diálogo fuera un cantito de las marchas pero contextualizado en la propia vida.

Los pañuelos verdes en las muñecas, los cuellos y en la cara bañaban el subte b y en la estación Callao la bajada fue intensa.

Ya en la calle, lxs estudiantes secundarixs encolumnadxs marchaban. Saltaban y se reían. Llegando a la esquina del Congreso, los cantitos sonaron más fuerte. La ola se unía a la marea verde que ya estaba llenando la zona, aunque faltaba mucho para la conferencia de prensa y el pañuelazo.

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“Atención. Estamos construyendo feminismo”, decía un cartel sobre el piso y en círculo un grupo con cascos verdes bailaba y cantaba. La calle se estaba llenando, los pañuelos se vendían a la par de los sanguches de salame y las pibas, las adultas, las niñas, las disidencias y todxs iban a buscando el lugar desde donde ser parte de un nuevo hecho histórico de los feminismos en Argentina.

Por octava vez, se presentó el proyecto de ley que propone la Interrupción Voluntaria del Embarazo. La consigna circuló fuerte y fue más que simbólica: Las calles al Congreso y el Congreso a las calles. La iniciativa fue firmada por 70 diputados y diputadas y algunxs de ellxs acompañaron la conferencia de prensa de la la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto,que se realizó en simultáneo al pañuelazo federal que tuvo su centro frente al Congreso. En el anexo C, el clima era el de la calle: los cantos hicieron la previa, hubo varios pañuelazos y la llegada de Nora Cortiñas hizo que todxs se pusieran de pie y cantaran “madres de la plaza, el pueblo las abraza”. Norita sonrió, perdida en los abrazos que siempre la rodean y levantó el pañuelo verde que acompaña al blanco .

“Parece que estamos debatiendo el proyecto y recién lo estamos presentando”, dijo la diputada Victoria Donda. Cuando le tocó el turno de hablar  aclaró su contradicción: “En realidad la alegría hubiese sido que el año pasado hubiese salido la ley, es la verdad. Pero es una alegría estar en la calle”. El sabor amargo de aquel 8A se volvió a sentir pero la pantalla mostraba los verdes que pintaban las inmediaciones del congreso y todo se volvió a acomodar.

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El mismo día  que la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto cumplió 14 años y se celebró el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, en Argentina se volvió a pedir por el aborto legal. A pesar de que el año pasado el debate parlamentario se amplificó en el debate público y durante meses hubo marchas, pañuelazos y diversas actividades masivas, las historias sobre el aborto clandestino se multiplicaron, tanto como los casos donde sectores antiderechos impidieron la realización de abortos no punibles.

El proyecto presentado ayer se aprobó en marzo durante una plenaria que se hizo en la ciudad de Córdoba. Desde distintos puntos de Argentina viajaron 190 activistas representantes de 30 regionales de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho al Aborto, Socorristas en Red, la Red de Docentes por el Derecho a Decidir y la Colectiva Disidente Sexo-Género Política.

Uno de los artículos que se modificaron fue el que refuerza el acceso a la educación sexual integral y a la anticoncepción. “La maternidad será deseada o no será” es una consigna siempre presente en cada marcha que pide por el aborto legal. La discusión acerca del deseo y el derecho a ejercerlo camina de la mano con el reclamo por la legalización del aborto.Las panzas verdes también estuvieron presentes en la calle y una de esas fue la de M. A ella la maternidad le llegó como deseo y su búsqueda incluyó dos años de tratamiento de fertilización. Su pañuelo verde la sigue acompañando como siempre, pero su deseo hoy tiene 27 semanas de gestación y late tan fuerte como la decisión de la marea verde por lograr #QueSeaLey