Por Matías Máximo y Sebastián Ortega
Ilustración: Federico Mercante
Maira Yanet Torres murió después de pasar varios días internada en el hospital de Santa Victoria Este con un cuadro de vómitos, diarrea y deshidratación. Tenía 5 años y vivía en una comunidad wichí de Salta. En lo que va del año seis niños de comunidades originarias murieron en la provincia. La causa de muerte es una combinación de factores: falta de agua potable y atención médica, desnutrición y suelos contaminados con arsénico y metales. Un combo que se agrava por la tensión intercultural generada entre las costumbres de los pueblos originarios y las políticas sociosanitarias del Estado.
“El problema en esencia es el agua”, explicó a Cosecha Roja el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, que estuvo recorriendo la zona hace tres semanas y tiene planeado regresar el viernes próximo. “Los chicos toman agua contaminada y eso les provoca diarrea, de ahí tienen deshidratación y desnutrición. Como son parajes muy alejados y en muchos casos la ambulancia está rota y no tiene cómo ir, ahí se termina de complicar”.
Maira vivía con su familia en La Misión San Luis, una comunidad donde el único acceso al agua son dos pozos: uno en la escuela y otro en el centro de la comunidad. El enfermero del puesto sanitario que la atendió contó que llegó con fiebre y dolor en el pecho y el abdomen. Tenía una infección y estaba deshidratada.
En la comunidad Kilómetro 2 de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, la empresa Aguas del Norte perforó un pozo de 45 metros. El agua que sacaron no era apta para consumo humano. Tenía altas concentraciones de arsénico y metales. No es la primera vez que pasa. Los estudios realizados en los últimos años en la zona revelaron que el agua de los pozos tiene concentraciones de arsénico que superan hasta 75 veces los valores máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Silvana Papadopulos, funcionaria del ministerio de Desarrollo Social de Salta, confirmó a Cosecha Roja que hay más niños wichís internados en Tartagal con problemas de desnutrición. “Tenemos tres niños con bajo peso internados en pediatría en el hospital Juan Domingo Perón y otros nueve en el Centro de Recuperación Nutricional”, explicó. Además, dijo que también hay niños wichís internados en Santa Victoria Este: “Están estables, ninguno grave, aumentando de peso”.
A fines de enero se publicó en el Boletín Oficial la emergencia sociosanitaria por 180 días en los departamentos de San Martín, Orán y Rivadavia. Esto significa coordinar con los organismos nacionales, provinciales y municipales para dar una solución a corto plazo.
En Embarcación, Santa Victoria Este están repartiendo agua potable envasada y alimentos. Desde Desarrollo Social anticiparon que volcarán 330 millones de pesos desde él con la tarjeta alimentaria en toda la provincia. El Ministerio de Defensa de la Nación sumó tres plantas potabilizadoras y ya están repartiendo agua segura en más 25 puntos críticos del norte de Salta, especialmente en el municipio de Santa Victoria Este. A largo plazo, la estrategia incluye un plan con soluciones hídricas y saneamiento.