Roxana Mazala cumplió 32 años el lunes. Ese día recibió una llamada de sus compañeras del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Perico y se fue a la marcha que se armó en Palpalá y se replicó en varias ciudades de Jujuy para exigir justicia por los femicidios y las compañeras desaparecidas el último tiempo en la provincia.
Después de la marcha, ya de noche, Roxana volvió a su casa en el barrio Éxodo Jujeño, de Perico. La acompañó un grupo de cuatro compañeras y amigas que pensaban quedarse un rato para festejar el cumpleaños. Pero cuando llegó el ex marido de Roxana, Fabián Barraza, se fueron.
A Roxana la encontraron muerta al otro día sus tres hijos de 13, 9 y 4 años. Pensaron que estaba desmayada. Fueron a buscar a una vecina amiga y a uno de sus tíos, hermano de Roxana. Ellxs confirmaron que Roxana estaba muerta y encontraron, además, a Barraza ahorcado. Las primeras informaciones de los medios locales hablan de que Roxana fue envenenada por su ex y que él luego se suicidó. La fiscalía de Perico todavía no lo confirma. Una fuente le dijo a Cosecha que van a esperar a ver los resultados de la autopsia, que se realizará en los próximos días.
Roxana se había separado de Barraza, padre de sus dos hijos menores, hace menos de un mes. Lo había denunciado por violencia y había pedido una perimetral, que el lunes él no respetó.
“Cada vez que ella llegaba era una alegría. Era una muchacha divertida. Una mujer trabajadora que estaba sacando adelante a sus tres hijitos”, cuenta a Cosecha Roja Cintia Rocha, compañera del MTE. En el último tiempo, Roxana cocinaba pizzas y cosas dulces y las vendía desde su casa.
“Hasta ayer no supimos de su problema”, dice Rocha, en referencia a que Roxana era violentada por su ex pareja.
Lxs amigxs de Roxana cuentan que a Barraza, albañil de 36 años, no le había caído bien la decisión de ella de separarse.
El femicidio de Roxana es el tercero en Jujuy en menos de un mes. La provincia aún no se repone del crimen de Iara Rueda, la joven de 16 años que estaba desaparecida y fue encontrada asesinada el jueves pasado en un descampado en Palpalá, ni del de Cesia Nicole Reinaga, de 20 años, estrangulada el 8 de septiembre pasado, en la ciudad de Abra Pampa. Y sigue desaparecida Gabriela Cruz, de 24 años, en Palpalá.
En lo que va del año, las organizaciones y periodistas feministas de Jujuy contabilizaron seis femicidios, más otros dos que no fueron caratulados como tales pero que se dieron en contexto de violencia de género.
“La noticia del femicidio de Roxana nos agarró ya desarmadas y muy golpeadas”, cuenta Natalia Aramayo, de la Red de Comunicadoras Feministas de Jujuy. “El Estado de Jujuy es de mostrador: hace mucha propaganda sobre trabajar en contra de la violencia de género pero en acciones concretas no hace nada, no acompaña a las mujeres y no hay medidas de prevención concretas”, dice Aramayo.
El enojo y la angustia por la inacción del gobierno provincial explotó con los femicidios de Iara y Cesia Nicole. En ambos casos, la policía no activó la búsqueda a tiempo: para ellxs, ambas se habían escapado con sus “noviecitos”. “Tenemos un Estado ausente. Y no queremos contabilizar más mujeres ni niñas muertas”, agrega Aramayo.
Hoy también la provincia estará movilizada y suman al reclamo de justicia el nombre de Roxana. La marcha principal será en San Salvador de Jujuy. A las 15.30, se encuentran en Dorrego e Irigoyen y marcharán hacia la Plaza Belgrano.