Por Bárbara Favant en Periódicas
El juez Rodolfo Mingarini de los Tribunales de Santa Fe dejó en libertad, con medidas restrictivas, a un hombre que fue denunciado por violación. Aún cuando la víctima manifestó a través de la fiscalía que temía por su integridad física. Entre sus argumentos para desestimar el caso dijo que no entendía cómo el agresor tuvo tiempo de ponerse un preservativo al momento del ataque mientras que sostuvo que “no hay discusión del acceso carnal”, para poner en duda el consentimiento de la mujer.
No le cree
Una mujer del norte de la ciudad de Santa Fe denunció que un albañil que trabaja frente a su casa ingresó a su domicilio y la abusó sexualmente. Ante la policía, dijo textualmente: “Me violaron”. De acuerdo a la presentación que hizo la representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Celeste Minitti, en la audiencia por medidas cautelares que se llevó adelante en Tribunales el pasado domingo, se desprende del informe psicológico que le realizó una profesional de la salud mental a la denunciante que “la víctima se encuentra orientada en tiempo y espacio, sin alteraciones en la memoria, ni alteraciones sensoperceptivas y que además a lo largo de su relato se pueden registrar varios momentos de angustia en relación a que iba contando lo sucedido”.
Asimismo el examen médico legal que le realizaron a la mujer da cuenta de lesiones compatibles con un abuso sexual, además de otros golpes en su cuerpo relatados en la denuncia y se halló material biológico del hombre en la escena, según se detalló desde el MPA en la audiencia. El imputado se entregó a la policía una vez que se enteró que era buscado y nunca negó “la relación sexual”.
Para liberar al imputado, Mingarini argumentó: “No puedo relacionar y entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima”. Un planteo que la defensa del agresor no hizo en ningún momento.
“Podemos pensar que habría habido relaciones forzadas, pero no puedo entender cómo si va a tener relaciones forzadas, empujándola, sometiéndola, se toma el tiempo… no puedo reconstruir cómo hace para colocarse el profiláctico y luego avanzar sobre el cuerpo de la víctima que según lo que está acá, se negaba. La verdad es que ahí es donde me genera la mayor duda”, agregó el juez entre sus argumentos.
Y agregó el juez antes de darle unas medidas cautelares: “Realmente es posible que haya habido esta relación no consentida, es posible, pero no tenemos suficiente evidencia para considerarla probable”.
Cabe destacar que ni en el Código Penal (artículo 119), o en ninguna ley en general, se exige que las víctimas de violencia sexual demuestren algún grado de resistencia o comportamiento particular ante un ataque. Si está penado, y hay antecedentes, sobre transgredir el consentimiento de las personas.
La audiencia duró cerca de dos horas y en varias ocasiones hubo discusiones entre las partes por problemas en la conexión de Internet y por dificultades en entender la cronología de los hechos. En ese contexto el juez sostuvo que “lo que nos dice la víctima no es claro”. La fiscalía relató que la mujer dijo desde el principio que conocía al agresor de vista del barrio, pero que no sabía el nombre. La policía, en la búsqueda agarró a otro hombre que ella no reconoció, y luego les comentó que tenía una vecina que había encontrado al agresor en Facebook. Al juez no le quedó claro este vínculo porque el hombre se defendió diciendo que tenían una relación, que ella niega absolutamente.
“Por un lado dice —la víctima— que lo conoce, por otro dice que lo desconoce totalmente, y se llega precisamente por unos registros fotográficos. Con esto no quiero decir que la víctima esté mintiendo ni que esté mintiendo el imputado, lo que quiero decir es que la evidencia nos deja con un análisis de posibilidad para concluir, pero no de que probablemente esto haya ocurrido cómo ha sido relatado”, dijo el juez.
Al mismo tiempo, dijo en referencia a la Ley Micaela: “No puedo meterme en una cuestión que hace a la intimidad de una persona adulta, no con estas evidencias, evidencias que son todas posteriores y esto, aclaro, tiene que quedar siempre con una mirada desde un lugar que tenemos que tener los magistrados respecto a la condición de mujer”.
Mingarini desestimó además los exámenes de medicina legal al sostener que “las lesiones que tiene a nivel genital no se condicen con un acceso carnal, una penetración forzada, tenemos que atenernos a lo que nos dice la víctima”, sin entrar en más detalles ni explicar cómo llegó a esa conclusión.
Y destacó, en varias ocasiones, al imputado: “Se presenta voluntaria y espontáneamente y sin ser acompañado por ningún profesional ni de confianza ni asistido por la defensa pública porque precisamente había tomado conocimiento que estaba tratando el personal policial de ubicarlo”.
“Si el imputado hubiera estado pensando de que había cometido este hecho tan grave, aun si así hubiera sido, se presentó, se puso a disposición de las autoridades judiciales a través de la policía. Se presentó espontáneamente, esto debe ser valorado. El entorpecimiento probatorio, a esta altura si hubiera querido realizar algún tipo de conducta o acción para interferir para que luego la víctima en un juicio oral y público no declare, ya lo habría podido hacer, estamos hablando de una mujer que vive sola… y por otro lado tengo que valorar que se presentó espontáneamente”, concluyó Mingarini.