Belén llegó a un hospital de Tucumán con dolor en el abdomen. La revisaron, le inyectaron un calmante y la dejaron recostada en una camilla de guardia. Horas después, por un sangrado, la derivaron a ginecología. Allí le dijeron que tenía un embarazo de dos meses y medio y que estaba sufriendo un aborto espontáneo.
Belén no sabía que estaba embarazada. Tampoco sabía que de ese hospital se iría presa ni que iban a condenar a ocho años de prisión por un aborto que no planeó ni provocó.
Despenalizar el aborto permitiría que personas gestantes como Belén no vayan presas. De eso se trata el primer proyecto que el Poder Ejecutivo baraja enviar al Congreso y que incluiría la legalización: poder hacer una interrupción del embarazo de manera legal y gratuita en cualquier centro de salud.
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito lucha desde hace 15 años por la legalización. El proyecto de la Campaña entró al Congreso de la Nación por octava vez el año pasado. Como cada una de las ocho veces que se presentó, es un texto trabajado y consensuado de manera transversal y federal por las más de 700 organizaciones que integran la Campaña.
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Por primera vez en la historia argentina y en la lucha de los feminismos, el Poder Ejecutivo está trabajando en un proyecto de ley para despenalizar y legalizar el aborto. Ayer lo dijo Alberto Fernández en una conferencia en el Instituto de Estudios Políticos de París:
“Voy a mandar una ley que termine con la despenalización del aborto y permita la atención en cualquier centro público”. Despenalización y legalización.
El presidente mandó múltiples señales verdes: se manifestó a favor de la despenalización cuando todavía era candidato, durante la campaña, y su gesto más fuerte fue hacerse presente en la presentación de Somos Belén (Planeta, 2019), un libro que la periodista Ana Correa escribió para que el mundo sepa que en Argentina las mujeres pueden ir presas por aborto. Nombró a Ginés González García al frente del Ministerio de Salud, un histórico impulsor del reconocimiento de los derechos de las mujeres. Y creó un Ministerio de las Mujeres.
Son señales que demuestran una lectura del contexto histórico y social que tuvo su mayor manifestación en agosto de 2018 cuando 2 millones de personas pidieron Aborto legal en la calle y 38 senadores dijeron que no.
El aborto salió del closet hace rato. Es tiempo de que nos escuchen.
