Cosecha Roja.-

El juicio oral por la desaparición de María de los Ángeles Verón tiene 13 imputados y está en la etapa de los alegatos. Los fiscales pidieron 25 años para los principales acusados. Mañana finaliza la exposición de la querella: el abogado Dr. José D´Antona adelantó a Cosecha Roja que señalaran contra el rol de la policía, la justicia y el exgobernador tucumano Julio Miranda.

La mañana del 3 de abril de 2002, Marita Verón y su madre, Susana Trimarco, desayunaron juntas. Marita tenía 23 años y vivía con su pareja, David Catalán, con quien tenía una hija de 3, Micaela Sol. Hoy Micaela tiene 13 años y -pese a haber presentado un pedido por escrito- no puede presenciar el juicio oral por la desaparición de su madre.

El juicio empezó en febrero de este año. Entre los imputados están Irma “Liliana” Medina -administradora de varios prostíbulos de La Rioja y acusada de haber retenido a Marita, a quien obligaba a prostituirse-, su marido y sus dos hijos mellizos. Uno de ellos podría ser el padre de un hijo que habría tenido Marita mientras estaba secuestrada.

El lunes comenzó la etapa de los alegatos y fue el turno del abogado a cargo de la acción civil, Carlos Varela Álvarez, quien finalizó su exposición ayer. “Escuchar cómo secuestraron a Marita es como que te metan un palo en el corazón y te lo revuelvan”, dijo Susana Trimarco cuando terminó de hablar Varela Álvarez. El abogado había hecho un repaso cronológico del caso desde el día de la desaparición de Marita hasta el juicio.

En representación del Ministerio Público, los fiscales pidieron una pena de 25 años para los principales siete acusados y 12 años y 6 meses para los restantes. “Esto es un aliciente”, dijo a Cosecha Roja el Dr. José D’Antona, abogado querellante a cargo de la acción penal, “porque el Ministerio Público comparte con nosotros la forma de la sumatoria de penas”.

El abogado adelantó que en su alegato va a apuntar contra las complicidades policiales, judiciales y políticas. “Está demostrado el rol cómplice de la policía. EnLa Ramada, todos los policías que estuvieron son lisa y llanamente cómplices. En lugar de devolverla a su madre la devolvieron a la gente que la tenía secuestrada”, contó D’Antona. Otro de los blancos de su alegato va a ser el ex secretario de Seguridad Julio Díaz y el ex gobernador Julio Miranda.

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El día que desapareció, Marita y su madre tomaron mates y charlaron sobre la consulta ginecológica que tenía que hacer para colocarse un DIU. Una vecina le había sugerido que vaya a la maternidad, donde trabajaba su novio, para evitar las largas colas.

-Yo cocino cuando vuelva- le dijo a su madre antes de darle un beso y salir para la maternidad, donde iba a hacerse una consulta ginecológica. Esa fue la última vez que se vieron.

En la esquina de su casa, en el centro de San Miguel de Tucumán, la golpearon y la subieron a un Fiat Duna rojo. A partir de ese momento, Susana Trimarco inició una intensa búsqueda de su hija, que la llevó a descubrir una red de trata de personas que secuestraba chicas para explotarlas sexualmente.

Dos días después de su desaparición, Marita Verón fue vista en La Ramada, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana. Caminaba tambaleándose, como drogada. Acababa de escaparse de una fiesta sexual. Ya no llevaba las zapatillas con las que había salido de su casa: le habían puesto un par de tacos altos. Los policías que la encontraron declararon que la subieron a un colectivo y la mandaron de vuelta a su casa, pero Marita nunca regresó. El abogado de la familia cree que los policías la devolvieron a sus secuestradores. “Héctor Brito, el jefe dela Brigada, le pidió 1500 pesos al padre de Marita para empezar” a investigar la desaparición de su hija, contó. Además, creó la Fundación María de los Ángeles, con la que logró rescatar a más de 130 chicas secuestradas. Uno de los lugares en que funcionaba esta red era en la provincia de La Rioja, donde según Trimarco habría policías, jueces y funcionarios del gobierno provincial involucrados.

Marita estuvo algunos días en Yerba Buena, en Tucumán, y después fue vendida en La Riojaa la madama Irma “Liliana” Medina. Allí se le perdió el rastro. Una de las chicas liberadas declaró haberla visto en uno de estos cabarets.

-Estos boludos la están buscando y está en España-le dijo la madama del cabaret, “Liliana” Medina.

A más de diez años de su desaparición Susana Trimarco cree que Marita está viva y la sigue buscando. Mientras tanto, continúa su lucha para liberar chicas de las redes de explotación sexual y espera que la justicia condene a los responsables del secuestro de su hija.

 

Foto: Fernando Font y Carlos Villagra