En calidad de testigo, declaró en el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ella fue la única integrante de la Comisión Bicameral de seguimiento del atentado que en su momento fue crítica de la investigación que llevó a cabo el ex juez Juan José Galeano. Hoy ratificó sus denuncias e involucró a varios de los imputados.

Antes de las 10, horario en que la ex presidenta estaba citada por el Tribunal Oral Federal 2, Comodoro Py comenzó a llenarse de policías y periodistas. Por la declaración como testigo, muchos medios de comunicación cubrieron ayer por primera vez el juicio de AMIA.

Al bajarse del auto que la dejó a metros del subsuelo donde se encuentra la sala AMIA, la esperaban Oscar Parrilli, Juan Martín Mena, Axel Kicillof, Diana Conti, Héctor Recalde, Carlos Tomada y Martín Sabbatella.

La audiencia comenzó 10.40. De inmediato el juez Jorge Gorini pidió que ingresara la única testigo citada para la fecha. Cristina Fernández de Kirchner entró acompañada por un grupo de asesores, se sentó en el estrado y se volvió a parar cuando Gorini le tomó juramento. Ya desde su primera palabra, CFK manejó la audiencia y hasta contestó con ironías a preguntas de los abogados defensores que buscaban incomodarla.

La primera parte de su testimonio se basó en la explicación pedida por la fiscal Sabrina Namer respecto a su participación y funcionamiento de la Comisión Bicameral Especial de Investigación del atentado. “Formar parte de la Comisión no despertaba entusiasmo en el bloque de senadores. A mí me interesó y participé desde su conformación en 1996 hasta que dejó de sesionar en el 2000/2001”, contó.

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En el marco de la Bicameral, CFK recordó diversas reuniones con familiares, testigos, el entonces juez, los fiscales, personal de Inteligencia y seguridad. De allí surgían sospechas sobre irregularidades que se habían cometido o se estaban cometiendo. Mencionó, por ejemplo, pinchaduras de teléfonos, causas mellizas y quema de documentación.

Recordó los primero años: “Familiares, un poco -debo admitir- Juampi Cafiero (integrante de la Comisión) y yo éramos críticos de la investigación”. A partir de 1997 esas críticas al entonces juez Juan José Galeano, especialmente por parte de la agrupación Memoria Activa, se acentuaron y  denunciaban también el acercamiento de la dirigencia comunitaria judía al juez.

En base a esas denuncias, le preguntaron por las conclusiones a las que arribó en el momento y coincidió con muchas de las acusaciones que hoy hacen las querellas: “DAIA y AMIA hicieron una defensa cerrada y monolítica del rol del juez Galeano en la causa y no admitían cuestionamientos de otros”.

En 1997, la Comisión Bicameral presentó un informe que CFK firmó en disidencia. Cuando se lo mostraron, recordó que una de las críticas tenía que ver con la Secretaría de Inteligencia: “Escribí que Anzorreguy se mostraba reticente a dar información sobre los fondos de la Secretaría y eso tenía que ver seguramente con el pago que se le hizo a Telleldín para comprar su declaración, algo de lo que ya se hablaba”.

Las irregularidades se confirman

“Con la declaración de (Claudio) Lifschitz confirmé lo que ya era una sospecha sobre cómo estaba dirigida la investigación”, dijo Fernández de Kirchner sobre la declaración del entonces secretario del juzgado.

La precisión con la que relató Lifschitz las irregularidades y desvíos en la investigación -contó CFK- impactó en todos los legisladores aunque a la hora de expresarse públicamente plantearon diferencias. “Fue un relato verosímil que cerraba con los huecos que ya tenía la investigación. También fue una declaración rompe aguas hacia el interior de la Comisión”, explicó en referencia al nulo acompañamiento que tuvo por parte de sus colegas para denunciar a través de los informes lo que estaba ocurriendo. “La Comisión se apartó de su objetivo. Tendría que haber tenido una actitud más neutral: no apoyar al juez sino a la verdad”, criticó.

Uno de los datos más importantes que aportó Lifschitz en esa declaración se trató del llamado que, según él, hizo Munir Menem al ex juez Galeano para que interrumpieran la investigación de la llamada “pista siria”, que relacionaba al empresario allegado al entonces presidente Carlos Menem, con el atentado.

“En la última reunión que la Comisión tuvo con el juez Galeano yo le pregunté por ese llamado y dijo que no se acordaba”, dijo CFK y continuó con el episodio: “Yo le dije que me parecía que era imposible no acordarse y ese fue un momento de tensión. (Galeano) se levantó, se fue y la reunión terminó abruptamente”.

Además, recordó que en ese encuentro el entonces juez recibió a la Comisión sentado en un estrado con una “inmensa cantidad de expedientes” por toda la sala que correspondían a la totalidad de la causa. Como si reviviera el momento, la testigo contó que tomó un expediente al azar: “Eran hojas, hojas y hojas de fotografías de talleres mecánicos y nada más. Soy abogada. Si tomo un expediente del atentado más grande del país y veo eso, pienso que era para juntar papeles. Una puesta en escena”.

Tras esa reunión, nuevamente, CFK firmó el informe de la Bicameral (el último del año 2000) en disidencia remarcando las “dudas y claroscuros” de la causa. A eso le agregó una reflexión: “La causa fue un escenario de operaciones políticas que provocó que hoy, a 22 años y medio del atentado, estemos donde estamos”.

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Preguntas de las defensas

En los últimos dos meses, tres imputados -Galeano, Beraja y Mullen- denunciaron en sus declaraciones indagatorias que sus acusaciones son políticas y armadas por el kirchnerismo. En esa línea preguntaron los abogados de Juan José Galeano, ausente en la audiencia a pesar de su asistencia perfecta al juicio.

– ¿Sabe usted quién pidió la captura de los iraníes? – consultó el abogado con el fin de demostrar ciertos “logros” de su defendido.

– Lo pidió Galeano. Pero por ejemplo a uno lo detuvieron en Londres y lo tuvieron que liberar porque no había pruebas suficientes. De hecho Argentina debió pagar las costas – contestó CFK.

Desconcertado, el letrado continuó con el tema que creyó más doloroso, el que usó también el ex juez en su indagatoria como justificación de su destitución:

– ¿Estuvo usted investigada por el juez Galeano?

– Ah, sí. Puede ser. Por algo de enriquecimiento ilícito – dijo con tono un tanto despectivo.

– Pero ¿cuándo fue eso? Fue después – preguntó un abogado querellante haciendo referencia a que la pregunta escapaba al período de trabajo de la Comisión.

– Fue después – dijo CFK y agregó con ironía – Y, después de lo que dije…(sobre Galeano).

Las risas de los presentes estallaron y se volvieron a escuchar cuando el abogado siguiente, el de Patricio Finnen, comenzó a interrogarla tras un “Buenas tardes presidenta”.

A los pocos minutos, y luego de cuatro horas de declaración, Cristina Fernández de Kirchner saludó de mano a los cuatro jueces y se despidió del público cuando pasó por la antesala.

Ilustraciones:

Eugenia Bekeris, integrante de Dibujos Urgentes en el Juicio de encubrimiento del Atentado a la Amia, Tribunales Federales de Retiro, 2015 – 2016.

María Paula Doberti, integrante de Dibujos Urgentes en el Juicio de encubrimiento del Atentado a la Amia, Tribunales Federales de Retiro, 2015 – 2016.