El abogado Eugenio Cozzi es tirador deportivo experto y crítico de las políticas de desarme. Fue directivo de ALUTARA, la versión argentina de la National Rifle Association, que representa a los “legítimos usuarios y tenedores de armas de fuego”. Desde hace unos días, además, Cozzi es el nuevo director del ANMaC (ex RENAR), el organismo responsable del control de armas en el país.
Cozzi es un histórico crítico de las políticas de desarme. Tiempo atrás definió como una “ingenuidad total” el Plan de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego que fue premiado por la ONU por su aporte a la paz y que ahora él mismo deberá implementar. La política de desarme también forma parte de la plataforma del gobierno del programa Justicia 2020, del Ministerio de Justicia, y de los “100 objetivos de gobierno” presentados por el presidente Macri hace un año y medio.
El nuevo director de la agencia fue confirmado el miércoles por el ejecutivo en reemplazo de Natalia Gambaro. Antes de asumir en el nuevo cargo Cozzi estaba al frente del Registro Nacional de Sociedades, también en la órbita del Ministerio de Justicia. Es abogado y ex presidente del Colegio Público de Abogados de Capital Federal. Está casado con la jueza Karina Perilli, integrante del Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3 de la Capital Federal.
“Esta designación marca un nuevo hito en el camino de retroceso en materia de control de armas y municiones”, denunciaron desde el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip). Este retroceso se inició a fines de 2015 cuando el viejo RENAR fue reemplazado por la ANMaC. El ministro Garavano le restó a la ANMaC todo su potencial de capacidades: no lo dotó de presupuesto, como exige la ley, e insistió en que se financie a través de la venta de formularios a usuarios de armas y de un ente cooperador.
La nueva agencia también fue criticada la decisión de concentrar los exámenes para aptos psicofísicos en Dienst consulting, una empresa sin suficiente despliegue territorial para hacer frente a la demanda de usuarios. “Una designación que, además de ser poco transparente y escasamente fundada por las autoridades, generó un cuello de botella en el sistema tal que, actualmente, el 70% de los usuarios autorizados por el Estado quedaron fuera de la ley por no haber renovado sus permisos vencidos”, sostuvieron desde Inecip.
ALUTARA, la versión argentina de la Asociación Nacional del Rifle estadounidense defendió la designación de Cozzi. Según el organismo, con el nuevo director comenzará a “sanearse el camino en materia de control de armas y municiones que desde la creación de la ANMaC ha ido en franco retroceso atentando contra derechos y libertades individuales otorgando a un ente registral facultades impropias e inconstitucionales más acordes a Estado Autoritario que a un Estado de Derecho”.
Los usuarios, vendedores y fabricantes de armas y municiones está felices: el organismo que los debe controlar quedó en sus manos.