Claudio Bonadío es un juez conocido para los familiares del atentado a la AMIA: durante cinco años tuvo en sus manos la causa por la investigación del encubrimiento al atentado, hasta que fue desplazado por la Cámara Federal en 2005. Se lo acusaba de haber “perdido la imparcialidad”. “Durante cinco años tuvo la causa cajoneada, no tocó un solo papel”, explicó a Cosecha Roja Diana Wassner, referente de la asociación de familiares Memoria Activa, querellante en la investigación del encubrimiento. El juicio por encubrimiento comenzó hace dos años y ya entró en etapa de alegatos. En el banquillo de los acusados hay responsables de los diferentes poderes del Estado: el ex presidente Carlos Menem, el ex juez Juan José Galeano y los fiscales que debían investigar, ex agentes de inteligencia y ex policías, entre otros.
No fue la única vez que alguien lo denunció por ‘cajonear’ una investigación. En total, el juez que esta semana pidió la detención de la expresidenta llegó a sumar 10 causas por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura. La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) lo denunció en dos casos en 2011. Ambos se trataban de temas de corrupción: la estafa al Estado en la venta del astillero Tandanor y el fraude bancario de la curtiembre Yoma S.A.
Otra de las causas empezó por una denuncia hecha por Luis Echarren, un hombre que al igual que otras mil personas se contagió de hiv y Hepatitis C por el uso de concentrados importados por la Fundación Hemofílica. El juez, denunciaron las víctimas, “jamás impulsó la causa”.
En la investigación por el encubrimiento del atentado a la AMIA, Bonadio estuvo cinco años al frente. “Durante esos cinco años tuvo la causa cajoneada, hasta que logramos que lo apartaran, y se le inició un juicio político. Ahí la causa pasó al juez Ariel Lijo, quien elevó una parte a juicio”, explicó Wassner. El juez había sido asesor del entonces ministro del interior Carlos Corach entre 1990 y 1992. Corach era uno de los sospechosos de la causa. El juicio político no avanzó: ni el oficialismo ni la oposición lo impulsaron.
Esa causa por el encubrimiento al atentado hoy está en pleno juicio oral, ya en etapa de alegados. En el banquillo están el ex presidente Menem, el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy, el ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, el ex titular de la DAIA Rubén Beraja y el ex comisario Fino Palacios, entre otros.
En julio de 2010, el propio Alberto Nisman denunció a Bonadio por amenazas. Nisman planteó que había recibido un mensaje donde le alertaban de un plan para desplazarlo de la de la investigación del atentado a la AMIA. Detrás de ese plan, decía el fiscal, estaban Bonadio, Carlos Corach, su hijo Maximiliano y el comisario Jorge “el Fino” Palacios. “Se resalta la particular inquina que Palacios y Bonadio tendrían para con mi accionar como Fiscal en la investigación contra el atentado a la sede de la AMIA”, decía en el escrito.
“Ante la gravedad de los hechos que han sido puestos en mi conocimiento -donde inclusive se menciona la posibilidad de realizar actos violentos o intimidatorios contra mis hijas- solicito una amplia y profunda investigación sobre cada uno de los pormenones y personas mencionadas en el relato que he recibido de forma anónima”.
En aquel entonces, Nisman no podía saber que después de su muerte, Bonadio se convertiría en el abanderado de la denuncia que con la que quieren detener a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner bajo la figura de ‘traición a la patria’.
La causa encubrimiento
A pesar de la trascendencia del juicio por el encubrimiento, los medios de comunicación no siguen el tema. Hasta diciembre de 2015, Infojus Noticias hizo un seguimiento del debate oral, pero la nueva administración decidió discontinuar la cobertura y muchos de los materiales del caso ya no están accesibles. Para Diana Wassner, el silencio mediático no es casual. “Creo que hay una intencionalidad relacionada con que”muchos de estos personajes están vinculados con gente del poder de turno”, dice.
– Todo lo que hicieron fue porque se sintieron impunes y todavía piensan que su impunidad va a proseguir. Hay una política para que pase lo más desapercibido posible. Es muy raro. Sinceramente espero que haya condenas y que sean ejemplares. Se encubrió desde todos los poderes del Estado y hoy no sabemos absolutamente nada, sabemos lo mismo que el 19 de julio de 1994. Y toda esta gente es responsable.
– ¿Qué se demostró en estos dos años de debate oral?
-He ido a la mayoría de las audiencias. Todo lo que escucho ya lo sabía, pero igual me sigo sorprendiendo por la magnitud de la impunidad, las barbaridades increíbles que hicieron, que se les permitió hacer. Un juez filmándose cuando cometía delitos: sólo la impunidad permite algo así. Si bien escucharlo fue algo muy doloroso, me parece que es bueno, que debiera saberse todo esto para que no se vuelva a repetir. Por eso quiero invitar a todos que participen, que escuchen: todos los jueves a las 10.30 en Comodoro Py. Es asombroso escuchar lo que esta gente hizo.