El escrito tiene 251 páginas. Ahí la fiscal Verónica Zamboni construye, a partir de las declaraciones de testigos, el informe de autopsia y los videos lo que pasó la madrugada del 18 de enero cuando un grupo de rugbiers asesinó a patadas a Fernando Báez a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. En la última página detalla el pedido: prisión preventiva para ocho de los 10 amigos y el pedido de libertad para Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino.
Los diez rugbiers seguirán detenidos en el penal de Dolores. El juez de Garantías tiene 5 días para definir si acepta el pedido de la fiscal. La fiscal da por probado que Milanesi y Guarino estaban en Villa Gesell la madrugada del 18 de enero pero no fueron ubicados por los testigos en la escena del crimen. Seguirán vinculados a la causa pero en libertad.
El pedido de preventiva alcanza a los hermanos Ciro y Luciano Pertossi, su primo Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Máximo Thomsen, Blas Cinalli, Enzo Comelli y Ayrton Michael Viollaz.
“Claramente se desprende que los imputados estaban totalmente al tanto de lo sucedido con Fernando, como de su fallecimiento”, explicó la fiscal en su pedido. La prueba principal: un audio que mandó a las 4.55 de la madrugada Lucas Pertossi al grupo de whatsapp. Cuenta que volvió al lugar donde un rato antes le habían pegado a Fernando. “Están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia, caducó”. A esa hora, varios de sus amigos comían en un Mc Donald’s. Otros ya habían vuelto a la casa.
“Chicos, no se cuenta de esto a nadie”, dijo en un audio Ciro Pertossi un rato más tarde.
Si el juez acepta el pedido de la fiscal podrían ser trasladados del penal de Dolores a la Unidad 57 de Campana, una cárcel modelo inaugurada el año pasado que está más cerca de los familares -que viven en Zárate- y que está diseñada para alojar a jóvenes adultos.
