Cosecha Roja.-
Hoy se reanudó el juicio por el crimen de Natalia Di Gallo, la joven encontrada muerta hace diez años en el Parque Pereyra Iraola del Partido de Berazategui. Su padre, Juan Di Gallo, encabezó hoy una marcha de familiares y amigos en la que se mostró esperanzado con la aparición de nuevos testimonios que vinculan directamente a Nicolás Gómez, ex novio de Natalia y primer acusado.
“Ahora la causa está mucho mejor. Se han presentado testigos que relatan el episodio, un testigo que realmente lo vio (a Gómez) le apuntó con el dedo”, dijo el padre. Durante la marcha, los amigos y familiares que acompañaban a los Di Gallo vestían remeras blancas con la foto de Natalia y su nombre.
La audiencia comenzó el 7 de febrero en el Tribunal Oral de lo Criminal 1de Quilmes y se espera la declaración de 200 testigos. El jueves pasado, Walter Claudio Bacigalupe narró lo ocurrido la noche del 28 de diciembre de 2003, la última vez que vieron con vida a Natalia: “El joven la tomaba del cuello con el brazo izquierdo y con el derecho la golpeaba en la cabeza, mientras la pasaba a otro auto en el que había dos hombres”.
Daniel Mazzocchini, abogado de la familia Di Gallo, contó que Bacigalupe señaló a Gómez en plena audiencia y que parte del público que acompañaba al imputado agredió verbalmente al testigo. “Fue un momento muy tenso”, dijo, y agregó que en ese momento Hilda González, madre de Natalia, se quebró en llanto y tuvieron que suspender la audiencia durante varios minutos.
La defensa de Gómez acusó al testigo de falso testimonio y le pidió al Tribunal la detención de Bacigalupe. Consideró que había una serie de contradicciones y señaló que en una primera declaración el testigo no había identificado al imputado. El tribunal negó la solicitud porque las nuevas declaraciones de Bacigalupe precisan detalles que aclaran la secuencia de su testimonio.
Gómez por su parte siempre se declaró inocente y relató que él y Natalia fueron asaltados por un delincuente que lo encerró a él en el baúl del auto y luego la raptó a ella.
Por el crimen de Natalia hay dos hombres imputados: Gómez y Daniel Feliciano Ojeda –remisero-. Tanto el novio como Ojeda están imputados como partícipes de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada por el resultado de muerte en concurso real con abuso sexual”, aunque Gómez llega al debate preso y Ojeda con falta de mérito.
Gómez estaba con Natalia en su Renault 11 el 28 de diciembre de 2003 cuando la chica desapareció y estuvo preso entre enero y abril de 2004, cuando fue liberado por falta de pruebas.
En 2011 volvió a quedar detenido tras la declaración de un testigo que presenció cuando desde un Renault 11 un muchacho con ropas y características fisonómicas similares a las de él pasaba por la fuerza a una chica a otro auto en el que había otras personas.
Ojeda era un remisero que primero fue detenido por el robo de un Peugeot 504 blanco señalado por un testigo como el mismo tipo de auto en el que vio a una chica parecida a Natalia pedir auxilio la noche en que desapareció la víctima.
Entonces, Ojeda quedó preso por el crimen de la adolescente aunque en 2005 fue excarcelado también por falta de pruebas.
Si bien la fiscalía pidió el sobreseimiento de Ojeda, la Justicia de Garantías lo envió a juicio al tener en cuenta que su rostro coincidía entre un 80% y 90% con el identikit que hizo Gómez sobre el supuesto delincuente que lo asaltó a él y raptó a Natalia.
Para la familia Di Gallo, el remisero siempre fue un “chivo expiatorio” para desligar del caso a Gómez, a quien consideran fue el “entregador” de Natalia a un grupo de hombres que luego violaron y asesinaron a la adolescente.
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