quema-rio3Los miembros de la comunidad Vuelta del Rio salieron de su comunidad para ir al juzgado federal de Esquel y protestar contra los atropellos que sufrieron el lunes durante el operativo del juzgado que buscaba pistas sobre el caso Santiago Maldonado.

Al volver a su casa -cruzando el Rio Chubut y avanzando hacia la cordillera- Marcelo Calfupán descrubió que la habían quemado por completo. Los comuneros que habían quedado en el lugar vieron que cuatro hombres a caballo escapaban del lugar. Habían quemado hasta el molino.

 

La noticia empezó a correr por la noche a partir de este audio de Whatssapp difundido por Moira Millán:

“Este es un mensaje urgente, muy urgente”, dice. “Mi nombre es Moira Millán, estoy denunciando que en este preciso instante están quemando las casas de los hermanos de Vuelta del Río que vinieron a hacer la ocupación pacífica para pedir que el juez Otranto renuncie a su cargo. Ahora están tomando represalias contra nuestros hermanos y hermanas. Aparentemente es un grupo de hombres armados que no sabemos si son policías o son parapoliciales. Ellos están llevando adelante estos crímenes. Es tremendo lo que está pasando en la Provincia de Chubut”.

quema-rio2Para llegar a Vuelta del Rio primero hay que cruzar el Río Chubut por una pasarela angosta. Las primeras casas están unos pocos minutos de caminata. Las últimas, a unas cuantas horas de cabalgata por la precordillera. Las familias de la comunidad viven en esos parajes aislados desde el final de la ‘campaña al desierto’. Es una tierra de sobrevivientes.  Ayer, algunos medios inventaron que se trataba de ‘una agrupación Mapuche’ hasta ‘una comunidad ligada al RAM’.

El lunes poco antes de las seis un helicóptero despertó a varios de sus habitantes. Es la primera vez que lo escuchaban en la temporada. En julio las nevadas habían dejado aisladas a varias familias, algunas con dos metros de nieve tapando sus casas. La única ayuda posible era por aire, pero el helicóptero nunca apareció.

Mientras a cinco kilómetros de allí la policía cortaba los accesos y entraba a Pu Lof Cushamen, el aparato aterrizó en uno de los potreros de la comunidad. Por el frío, las familias todavía no habían salido para atender a la chivas y ovejas, pero ya estaban todos despiertos.

Los policías que bajaron del helicóptero entraron a al menos dos casas de la comunidad. Maniataron a los hombres y dieron vuelta todo.

“Entraron a los gritos preguntando ¿Dónde está Santiago Maldonado?. Después trajeron un perro y empezaron a preguntar ‘¿Dónde está su mochila, dónde está su mochila?”, contó Marcelo Calfupán en la puerta del juzgado.

La familia Fermín reconstruyó su casa luego del último desalojo
La familia Fermín reconstruyó su casa luego del último desalojo

A los hombres los hicieron tirar al suelo en medio de la helada y a la interperie. Los tuvieron allí hasta el mediodía, sin dejarlos tomar agua ni ir al baño. Juan Calfupan sufrió varias heridas, pero nadie lo asistió. Los policías se fueron como llegaron: por aire y sin dar ninguna explicación.

“Nunca vimos al juez. Ni siquiera vino a pedir disculpas”, dijo Silvio Hulinao a Cosecha Roja. “No se qué vinieron a buscar. Nosotros estamos a cinco kilómetros de donde desapareció Santiago Maldonado”.

“A Santiago Maldonado lo vinieron a buscar al lugar donde no está. Tenemos miedo porque pueden plantar una prueba en cualquier comunidad, puede aparecer misteriosamente un cuerpo”, explicó Rogelio Fermín a los medios locales.

quema-rio1Una historia de violencia

En los parajes silenciosos de Vuelta del Rio, la violencia policial es una marca indeleble. A pesar de que la comunidad está reconocida desde 1889 los desalojos nunca pararon. El último fue en marzo del 2003 y para las familias del paraje es como si hubiese sido ayer.

Aquella vez le tocó a la familia Fermín, a dos horas a caballo de la ruta. El motivo: una familia de comerciantes tenía un documento añejo diciendo que esa tierra era suya. Los Fermín, en cambio, vivían ahí desde hacía un siglo. Durante toda aquella mañana, los policías se dedicaron a romper y a cargar las cosas en la carreta de la familia. Más tarde ataron los bueyes para derrumbar el rancho familiar, y lo poco que quedó en pie lo destrozaron a patadas. Después soltaron los animales, pisotearon la huerta y se guardaron algunas cosas para ellos mismos.

Por ese desalojo en 2004 fue destituido el juez José Colabelli, un enemigo declarado del pueblo Mapuche, a quien suele comparar con la ETA. Seis años más tarde Colabelli volvió a su puesto por una resolución de la Corte Suprema. Para la comunidad fue un golpe durísimo: su verdugo volvía a tener poder.