Las mujeres relegan su desarrollo profesional al no poder cumplir las mismas jornadas laborales que los varones. En promedio acceden a tomar una hora menos que ellos en el trabajo para “ocupar” el lugar construido culturalmente en el hogar y responder a un rol maternal que les es atribuido por la sociedad ante la falta de una “mapaternidad” compartida. Además, trabajan una hora y media más que los hombres en los quehaceres domésticos y en el cuidado de niños/as y ancianos/as del hogar.
Estos datos son de la Encuesta sobre Uso del Tiempo en la Ciudad de Buenos Aires de 2016 hecha por la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda que serán debatidos en la campaña CO-RESPONDE del Programa de Género y Diversidad Sexual del Ministerio Público de la Defensa. El proyecto se lanzará el viernes a las 17 en la Biblioteca del Congreso de la Nación y sostiene que la desigualdad en la distribución de tareas domésticas y de cuidado son responsabilidad del Estado, las empresas privadas, la familia y la comunidad.
“Si el Estado no garantiza, las empresas del sector privado no cumplen, la comunidad no exige y los varones no asumen que también les corresponde, no hay cambio posible”, dice la campaña. Del lanzamiento participarán activistas y académicas feministas con el objetivo de formar una mesa de debate junto con mujeres sindicalistas (Corriente Federal de Trabajadores) que permanezca hasta el año que viene y elabore propuestas para ampliar el alcance del proyecto.
Según la encuesta del Ministerio de Hacienda, diariamente las mujeres contribuyen con su tiempo un 14,4 por ciento más que los varones al trabajo total. “Las tareas domésticas y de cuidado constituyen el 20 por ciento del PBI mundial, se distribuyen de manera desigual entre varones y mujeres y están invisibilizadas. El cuidado no es un asunto exclusivo de las mujeres. Nos incorporamos al mercado del trabajo pero los varones no se incorporaron a la tarea del sostenimiento del hogar, por eso tenemos doble y triple jornada”, dijo a Cosecha Roja Josefina Fernández, responsable del programa de Género y Diversidad Sexual de la Defensa Pública.
La sobrecarga de tareas en la vida de las mujeres es histórica y eso afecta su desarrollo personal, la carrera profesional y educativa y el cuidado de su salud. Esto no pasa en la vida de los varones, por eso es necesario visibilizar los roles de cada uno y promover la responsabilidad del mercado y el Estado en la organización social más equitativa del trabajo.
Según Fernández, la campaña asegura que es necesaria la revisión de estereotipos de género: “Se habla de una capacidad natural de las mujeres para cuidar de los demás, pero eso se construye culturalmente y puede ser modificado. Tiene que ver con la división sexual del trabajo”.