Ella tiene miedo. Decidió no volver a dormir a su casa en San Miguel de Tucumán y pidió custodia de las fuerzas federales. Tiene motivos para estar asustada: acaba de denunciar por violación a uno de los hombres más poderosos de la provincia, el senador y tres veces gobernador José Alperovich. Su tío. El hombre que acaba de hacer público su nombre completo y la acusa de extorsión.
Esta mañana ella presentó la denuncia por escrito en la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Integridad Sexual de Tucumán -la semana que viene será citada a ratificar su declaración- y en la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) en Buenos Aires, que avanzó en el pedido de medidas de seguridad para la denunciante. También interviene el titular de la Fiscalía 10, Santiago Vismara.
—Yo no tengo nada que perder, pero otra gente sí, no quiero exponer a nadie —le dijo ayer a las personas que la acompañaban.
La joven de 29 años trabajaba en Ceremonial y Protocolo del Ministerio de Gobierno de la provincia. El 14 de diciembre de 2017 la asignaron como secretaria privada de su tío. “Era la responsable de llevar su agenda, organizarle las reuniones y hasta recordarle qué pastilla tenía que tomar”, explicó a Cosecha Roja una persona de su entorno.
Ella denunció que los abusos sexuales comenzaron a los seis días de trabajar con él y se repitieron durante todo el tiempo que trabajaron juntos. En Tucumán y en el departamento de Puerto Madero cuando viajaban a Buenos Aires como parte de su actividad como senador. “No podía salir sola del encierro porque sabía que tras la primera puerta había caseros, y policías y custodios armados. Todos sabiendo lo que estaba pasando adentro y cuidando las fronteras de él”, contó en la carta. “Estaba completamente atrapada”.
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Alperovich ya sabía de la denuncia. “En abril, cuando renunció, ella le dijo que no iba a seguir trabajando con él por las cosas que había hecho”, contaron desde su entorno.
Hace tres meses, ella empezó a escribir lo que había vivido durante un año y medio junto a Alperovich. Ese texto tomó forma de carta abierta y hoy fue publicada en simultáneo en Cosecha Roja, LatFem, el diario La Gaceta, La Palta, Marcha y otros medios de todo el país. Ahí contó que desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019 sufrió violaciones a su integridad física y sexual. “El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él”.
“Durante todo ese tiempo no tuve ni un respiro. Trabajé sin parar, sin vacaciones, sin feriados. Solo me liberaba cuando él viajaba. Pero cuando regresaba, volvía también la pesadilla. Hasta que se detuvo, hasta que las situaciones en las que él disponía quedarse solo conmigo para tocarme y penetrarme se volvieron situaciones ya de violencia y maltrato público, delante de personas.
Entre las repercusiones que tuvo la carta está la respuesta de José Alperovich. En un hilo de twitter, el senador negó “enfáticamente” los hechos. Si bien la denunciante se ocupó de que no trascendiera su identidad en los medios, él la menciona con nombre y apellido.
“Enfrentaré este embate con la esperanza de que la justicia ponga las cosas en su lugar y se demuestre quién es quién y queden al descubierto los oscuros designios que guían el accionar de la denunciante”, dijo.
Después de la respuesta de Alperovich ella compartió una declaración con los medios que la acompañaron en la publicación: “Estoy muy conmovida por la enorme solidaridad que recibí desde distintos sectores. Pido que se respete mi privacidad. Todo lo que tengo para decir lo expresé en la carta abierta. Ahora esperaré que actúe la justicia y pido al Estado que resguarde mi seguridad”.