El 8 de marzo se realizó el primer Paro Internacional de Mujeres de la historia. En más de 40 países, las mujeres se organizaron y tomaron las calles de sus ciudades. Las movió el deseo de ser libres, de caminar sin miedo, de decidir sobre sus cuerpos y que las tomen en serio. Colaboradorxs de Cosecha Roja compartieron sus fotos y experiencias.
Vilma Trujillo García tenía 25 años, vivía en Managua. Hace un mes un pastor local la declaró “endemoniada” y la condenó a muerte. Un grupo de al menos cuatro varones fanáticos religiosos la ataron y prendieron fuego en una hoguera. Después tiraron su cuerpo por un barranco. En Nicaragua las mujeres salieron a gritar que no alcanzará el fuego para quemarlas a todas.
Las mujeres comenzaron a llegar a la glorieta de los Niños Héroes en Guadalajara, México desde el mediodía. Primero prepararon talleres de sexualidad femenina, autodefensa, teoría feminista. Después se reunieron en una gran comida autogestiva. Hubo ensaladas, pasta fría, quesadillas, guacamole, fruta y galletas caseras para compartir. Alrededor de las 18.30 salieron a marchar, eran más de mil mujeres y niñxs. Ya era de noche cuando llegaron a la Plaza de la Liberación, en el corazón del centro histórico de la ciudad.
San Antonio Oeste tiene un poco más de 20 mil habitantes. Las mujeres de la ciudad se reunieron en el hospital local. De allí partieron para una fábrica de pescado. Mirta, que participó de las asambleas, había pedido manifestarse allí. Es trabajadora de pesca hace 34 años: trabajan en jornadas de 12 horas en el frío, de pie y hace semanas que no le pagan. Entre todas pidieron condiciones justas e igualitarias de trabajo.
Antes de comenzar la marcha, las mujeres de Costa Rica se sentaron a pensar una ruta donde pudieran pasar por la mayor cantidad de puntos machistas de su ciudad. Empezaron por las oficinas de un diario amarillista cansadas de las tapas misóginas. “No somos objetos prensa machista”, gritaron en la puerta del medio. Después pasaron por una parrilla que pone mensajes violentos para atraer clientes. El dueño tuvo que salir a pedir disculpas a las más de mil mujeres presentes.
“Tout le monde déteste la pólice”, cantaban las mujeres parisinas en una marcha nocturna. Las calles estaban valladas de efectivos, pero ellas avanzaban con su canto de lucha. Horas antes otra manifestación de mujeres concentró a los sindicatos, organizaciones sociales y movimientos de liberación musulmana y palestina.
“Denuncia archivada es mujer asesinada”, cantaban las mujeres de Goya, Corrientes. La marcha comenzó a las 10 de la mañana. En pocas horas, pasaron por el registro civil, el sanatorio, varias escuelas, comisarías, juzgados y fiscalías de la ciudad. Llenaron las paredes con carteles improvisados en hoja A4 y lapicera bic.
“Mi nombre es Circe Sandoval. Me acaba de golpear un tipo del Frente Popular Francisco Villa”, dice a través de un audio de Whatssap. Las mujeres mexicanas hicieron circular su voz y una foto donde se la ve con el ojo morado y la cara hinchada. Circe intentó impedir junto a otras mujeres que se colara a la manifestación un camión repleto de varones. Estos respondieron con piñas y patadas.
“Nos quitaron tanto que nos quitaron el miedo”, decía un cartel en la marcha de mujeres de Granadas. Una jornada de lucha, pero con un clima festivo en la plaza principal de la ciudad.
*Colaboraron con fotos e historias: Amanda Castro, Camila Arias Barbagallo, Jimena Sosa, Carolina Ramirez Aura, Carolina Rojas, Claudia Florentin, Constanza Ojeda, Diana Fainstein, Magdalena Maloberti, Emilia Ortega, Belén Corra, Laura Pensa, Gema Matocino, María José Ferrel Solar, Lucila Ricchini, Agostina Parisí, Luz Mery Lopez, Malena Grilli, María de los Ángeles Roberto, María Victoria Seca, Mariana Olviera Espeleta, Ivana Vergara Duveaux, Molly Mikita, Monica Coronado, Laura Perez, Paola, Patricia Cravero, Paula Bonomi, Rosalía Fernández Tarrío, Soledad Vampa, Valeria Sayueque, Vero Ferrari, Anais Córdova-Páez y Carla.
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