Daniel Zalazar asesinó a cuchillazos a Claudia Arias, Susana Ortíz y Ñata, hirió a dos niños y quiso prender fuego la casa en octubre del año pasado. Hoy la justicia lo condenó a prisión perpetua.
Desde la celda de penitenciaría provincial, Daniel Zalazar insiste: el domingo a la mañana fue al hospital a curarse la rotura de un tendón porque lo quisieron robar. En realidad, Daniel Zalazar se hirió en la casa de Claudia Arias, cuando la atacó a puñaladas en el cuello. Luego golpeó en la cara a la tía de Claudia, Susana Ortiz, que cayó al piso. Ahí la apuñaló. Después fue al cuarto de la abuela Ñata, de 90 años, y la degolló. En el despliegue de violencia, también acuchilló a un niño de 11 años y una beba de 10 meses. Antes de irse al hospital, salió con una linterna a buscar a B. de ocho y no lo encontró.
La escena del macho violento desplegando su fuerza terminó en un triple femicidio, dos niños internados y un tercero esperando por declarar ante la justicia. “La supremacía de la fuerza del hombre por sobre la mujer es un tema muy delicado. Es probable que la que era su pareja, no fuera consciente de la situación de violencia en la que estaba inmersa”, dijo a Cosecha Roja la psicoanalista Miriam Maidana. E insistió con la importancia de -además de ir a las marchas de #NiUnaMenos- alertar a las mujeres y enseñarles cómo detectar el tema de la superioridad de la fuerza.
Zalazar tiene 31 años y es profesor de Artes Marciales. Nació en Río Gallegos y vive desde hace diez en un departamento que alguna vez compartió con su hermana en el barrio Trapiche, en Godoy Cruz, Mendoza. La enorme actividad de sus redes sociales jamás dio indicios de que se convertiría en un asesino. Sus cuentas reflejan su alegría por enseñar y su pasión por el taekwondo. Sin antecedentes ni tampoco denuncias por violencia de género, la justicia lo imputó homicidio agravado por femicidio de Arias, homicidios simples de Ortíz y Díaz y tentativas de homicidio agravado por alevosía de los dos menores, en el caso de la beba calificado también por el vínculo.
El domingo, cuando intentaba justificarse ante la policía, dijo: “Me sacaron”. La confesión no tiene validez jurídica pero la coordinadora del Ministerio Público, Teresa Day, sabe que el autor del triple femicidio de Mendoza está lejos de admitir la verdad: “Está imputado es porque es imputable y porque sabía lo que estaba haciendo. Él declaró anoche y sigue diciendo que fue víctima de un robo”.