Cosecha Roja.-
Salgo de mi casa, el trabajador de la obra de mi vecino me dice “hola mi amor”. Leo twitter, desapareció Angeles R. Camino por la estación de La Lucila, un hombre se me acerca y me dice que con mi culo me invita a cagar a su casa, el policía solo mira, le respondo al señor que es un desubicado y recibo “loca” como respuesta. Quiero llorar. Me subo al tren. Abro el diario online, desapareció Lola L C.. Aprovechan el poco espacio para apoyarse y no precisamente contra las paredes o barandas del interior del tren. Miro al borracho mirarle las tetas a una mujer en vez de los ojos marrones, quiero vomitar. Camino por el subte, los policías fichan más cuerpos que delincuentes. Abro facebook, encontraron el cuerpo de Melina R. Camino por Lavalle, me ofrecen comida a cambio de sexo…. Llego a casa, duermo.
Me despierta la desesperación de un secuestro virtual. Mi familia conmociona y siente el miedo de perderme en un segundo. Pero yo estoy acá, mientras a Wanda T. la prende fuego el novio…. Salgo por la noche, no me tocó viajar con el taxista que viola y se fuga, festejo esta suerte, miserable. Camino en pollera que no me llega a las rodillas y musculosa, pareciera que tengo un cartel con una invitación para recibir guarangadas, para ser disminuida, solo por dejar ver mis piernas. Quiero gritar. Un billete de 2 pesos es menos manoseado que una mujer en un boliche, en el tren o en el subte en hora pico….. miro twitter devuelta, desapareció Daiana G yendo a buscar trabajo…. me vuelvo a despertar, camino, respondo para adentro que mi papá no es pastelero, que no se me cayó ningún papel y que no te quiero sentir ni el aliento, ni tu mano y tampoco escucharte. En el tren vuelvo a mirar las noticias, Chiara apareció enterrada, le doy refresh a la página, desapareció una arquitecta profesora de la UBA, le doy refresh devuelta, un asesino quedó libre…
Yo también salgo y uso taxi. Yo también me visto provocativa. Yo también busqué trabajo a las 4 de la tarde. Yo también tuve novio. Yo también me fui de vacaciones sin mi familia. Yo también tengo miedo. Mi pollerita, ni mi sonrisa, ni la hora del dia, ni lo insoportable que pueda llegar a ser, le da a nadie el derecho, ni el poder y menos que menos la invitación, a nadie, a recibir lo que recibo caminando en esta sociedad a diario. No busco halagos y menos guarangadas, no busco que me toquen y menos que me quieran violar, no busco, no quiero, no invito, a nadie a nada. Entonces por favor, no lo hagas….. y entonces pienso, necesitamos ayuda.
La arquitecta aparece con vida y festejamos, festejamos que no pasó nada. Festejamos la vida por el miedo y no la vida por vivirla.
Tengo 21 años, vivo en Buenos Aires. Hablemos de esto. #NiUnaMenos
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Adri Romo escribió en Facebook este texto que ya tiene más de 39 mil compartidos. Desde que se masificó la iniciativa #NiUnaMenos, las mujeres se están animando a hablar.
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