– ¿Buscas a Melani? Se fue. La vi a las 11 de la mañana que se subió a una camioneta con un hombre” – le dijo Mathias Ezequiel Domínguez a la amiga de Melani Juárez.
Ella fue a buscarla a la pensión dónde vivía. Era 17 de enero y la familia y les amigues de Melani estaban preocupades porque la joven de 21 años no respondía el teléfono desde el domingo y estaba inactiva en redes sociales (algo muy raro en ella).
Mathias sabía que lo que decía era falso: hacía más de un día que Melani estaba muerta en el piso de su habitación. Lo sabía porque él mismo la asesinó a puñaladas. Recién el martes la Policía encontró el cadáver.
Una vecina contó que Mathias celaba y acosaba a Melani. Otro vecino recordó verlo lavando ropa el lunes por la mañana: “estaba como apurado, ni siquiera me saludó”. Pero lo que sorprendió a todos fue que ese mismo día por la tarde se fue de la pensión, aunque tenía el resto del mes pago. ¿Dio explicaciones? Sí. Pero fueron confusas y contradictorias.
Días después, la Policía encontró sangre en el lavadero y en la habitación de Domínguez. Para lxs investigadores todo quedó clarísimo.
Domínguez se había escondido en la casa de su mamá en la localidad de Alcorta, a unos 80 kilómetros de Rosario. “Él vino el lunes a la tarde con un camioncito. Me dijo que iba a venir más seguido”, contó ella. Pero al otro día ya no estaba. Recién el viernes 28 la Policía lo encontró en otra pensión de Rosario. Ayer lunes el fiscal Ademar Bianchini de la Unidad de Homicidios Dolosos lo imputó por el femicidio de Melani: está acusado de homicidio doblemente calificado por alevosía y por cometerse en un contexto de violencia de género. Lxs investigadores consideran la opción de que se trate de un ataque sexual frustrado, según publicó Infobae.
En la audiencia con el juez Alejandro Negroni, Mathias Ezequiel tuvo la posibilidad de defenderse pero no habló. El juez dictó una medida cautelar y Dominguez quedó detenido bajo prisión preventiva.
