Una adolescente de 15 años denunció a su padre por abuso sexual. Para hacer la denuncia, recurrió a un policía conocido de la familia: él también la violó.
Todo pasó en la localidad cordobesa de La Carlota, a unos 275 kilómetros de la ciudad capital.
La adolescente no conocía a su padre biológico hasta hace unos años que comenzó a vincularse con él. Desde entonces, él abusó de ella sistemáticamente.
Después de unos años, la joven pudo hablar y contárselo a su madre. Y decidió hacer la denuncia. Para eso, recurrió a un policía conocido de la familia que trabaja en la comisaría de La Carlota. El oficial también abusó de ella.
El fiscal de Instrucción Walter Guzmán ordenó la detención de los dos hombres. El padre de la adolescente, de 34 años, quedó imputado por abuso sexual con acceso carnal reiterado, agravado y calificado por el vínculo. El policía, de 39 años, está acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por aprovecharse de la edad de la víctima.
Los casos de abuso sexual infantil intrafamiliar no son islados. En una publicación de julio de 2020 y en base a cifras gubernamentales, el Foro por la Niñez informó que en la Argentina el 63 por ciento de los casos de abuso infantil se producen en el ámbito familiar. De ese porcentaje, el 53 por ciento en el hogar de la víctima, el 18 por ciento en la vivienda del agresor y el 10 por ciento en la casa de un familiar.
El programa “Las víctimas contra las violencias” que analizó las llamadas al 137 y al 0800-222-1717, las líneas para denunciar casos de violencia sexual, en el período 2018-2019, reveló que en el 47 por ciento de los casos el abuso se produce entre los 6 y 12 años de edad de las víctimas. En el 75 por ciento de los casos la agresión proviene de un familiar; en el 40 por ciento se trata del padre; en el 16 por ciento, del padrastro. El 89 por ciento de los agresores es de género masculino. Y en cuanto a la edad de los agresores, el 49% tiene entre 18 y 40 años, el 39% tiene entre 41 y 60; y el 12% más de 61 años.
De la misma manera, las historias de integrantes de la fuerza de seguridad que no sólo utilizan su poder para hostigar y maltratar, sino también para abusar de mujeres, trans y travestis, se multiplican en todo el país.