Fuimos a escuchar el conversatorio “Repensar lo forense ante las violencias del presente: prácticas y reflexiones de la antropología forense entre México y Argentina”, que se hizo el viernes en el Centro Cultural Recoleta. Los participantes pusieron en debate las estrategias colectivas para la búsqueda de personas. La pregunta que guió toda la actividad fue: ¿Cómo investigar e interpelar al Estado cuando la desaparición y la búsqueda se dan de manera contemporánea? Estas son algunas de las definiciones de las que tomamos nota.
1- “Las desapariciones son producto de una necesidad de violencia por parte del Estado y al servicio de estructuras de negocios”.
“La coyuntura actual está demostrándonos que las desapariciones son producto de una necesidad de violencia. No sólo nos estamos enfrentando a la violencia del Estado sino también su tercerización. Las desapariciones en democracia están al servicio de estructuras de negocios que vienen a extraer una ganancia de los territorios. Ante esta situación, el Estado se presenta como impotente, muestra desidia a la hora de investigar y dar una solución ante estas desapariciones y descubrimos que tiene una participación y responsabilidad directa en estos delitos”, dijo Celeste Perosino moderadora del Conversatorio e integrante de la CVT y de ACCT.
2- El narco como brazo armado del Estado.
Según la antropóloga y presidenta del EMAF Roxana Enríquez Farias, en México el narcotráfico es uno de los principales actores generadores de crímenes de desaparición y homicidios. “El Estado toma al narcotráfico como brazo armado para la ejecución de personas en territorios que están en disputa por la necesidad de la extracción de recursos naturales. Como consecuencia de estas violencias tenemos desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, desapariciones por particulares y secuestros que derivan en homicidio”, dijo Farias.
3- Las familias son las que salen a investigar.
Julieta Riquelme, una de las expositoras, es hermana de Jonatan Herrera, un joven asesinado por la policía en 2015. Integra la Multisectorial contra la Violencia Institucional de Rosario compuesta por familiares de víctimas de gatillo fácil, desapariciones y abusos policiales. Dijo que cada 25 horas muere un chico asesinado por la policía, y que en el proceso de investigación son los familiares de las víctimas quienes “salen a investigar” porque los fiscales y quienes llevan las causas “no lo hacen, o si lo hacen es a favor de las fuerzas”. “La familia no puede hacer su duelo. Tiene que salir rápidamente a buscar pruebas porque la policía que asesina a nuestros pibes es la misma que investiga”, dijo Riquelme.
4- El caso Maldonado como excusa para construir un enemigo interno.
Gastón Chillier, el Director Ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) habló de la desaparición forzada de Santiago Maldonado: “De a cuerdo a las distintas pruebas de la causa hoy se puede decir que hubo un operativo ilegal de gendarmería. Decidieron entrar a la comunidad cuando la orden del juez de desalojar la ruta estaba cumplida. Hubo un operativo excesivamente violento empezando por el uso de piedras por parte de los gendarmes para repeler las piedras que la comunidad tiraba. Varios documentos dieron la idea de un operativo más de barrabrava de fútbol que de un uso racional de la fuerza para un operativo de estas características”.
El director del CELS sostuvo que frente a los hechos, la reacción del gobierno fue “rechazar la responsabilidad de la gendarmería” en lugar de aceptar que las denuncias eran serias e impulsar una investigación y colaborar con el proceso. “El gobierno construyó un enemigo interno en el marco de la discusión de las nuevas amenazas de Argentina, idea que viene de Estados Unidos, donde el terrorismo y el narcotráfico son parte de estas nuevas amenazas. De una manera irresponsable e injustificada se puso al conflicto mapuche en ese contexto”, dijo Chillier.
5- “Se produce la desaparición forzada para encubrir otras violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad”.
Además, el especialista marcó que las desapariciones en democracia construyen patrones. Estos están relacionados a cuánta información de la investigación se produce, la capacidad en la búsqueda de los cuerpos, y lo que rodea las historias de las víctimas como las condiciones de los lugares donde vivían y la relación que tuvieron con las fuerzas de seguridad. “Se produce la desaparición forzada para encubrir otras violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas. Hay otros patrones estructurales: la intervención de manera discriminatoria de la policía en los barrios pobres, el hostigamiento a las víctimas y el encubrimiento policial por parte del Estado de los actores que operaron durante la violación”, explicó el director.
6- Hay que cambiar los modos de investigar.
La antropóloga del IMAF dijo que en México se busca transformar el método de investigación existente para que aporte los elementos necesarios para construir otro proceso de investigación más eficiente: “Si empezamos a desmenuzar cada uno de los territorios y cada uno de los actores podemos encontrar una sistemática porque a fin de cuentas actúa como estrategia. Lo que buscamos ahora es un modo de investigación donde podamos hacer este contraste. El Estado opera con la estrategia de sumarse al crimen organizado, entonces debe haber una sistematización. No son acciones al azar, tienen un objetivo específico y es lo que debemos reflexionar como investigadores”.
Los/as estudiosos/as mexicanos/as buscan una vinculación entre Instituciones, el sector académico que genera el conocimiento y la sociedad civil para fortalecer lo que se encuentra en iniciativa de ley, la instrumentación posterior y la vigilancia para que además de las propuestas en el papel no queden anuladas las ejecuciones por malas prácticas ante la falta de recursos, infraestructuras o voluntad política. “Culturalmente tenemos el estigma de que la justicia es para quienes tienen dinero y no han pasado por grandes violaciones a sus derechos. Es una mentalidad que habrá que empezar a transformar para considerar la posibilidad de acceder a la justicia y defender nuestros derechos para hacer presión sobre las instituciones”, dijo Farias.
El encuentro fue una Organización conjunta con el Equipo Mexicano de Antropología Forense (EMAF), la Comisión Investigadora de la Violencia en los Territorios (CVT) y de Acciones Coordinadas Contra la Trata (ACCT) y la Universidad Libre de Berlín (FU Berlín).
Fotos: Facundo Nívolo/ Sebastián Hacher