A partir de información aportada por una vecina, un fotógrafo obtuvo la evidencia: seis imágenes que muestran cómo Trillo sacó a pasear al perro y violó la prisión domiciliaria. El Tribunal que lo juzga en RIBA se la revocó y ordenó su traslado inmediato a una unidad penal.
El mismo día que en La Plata una marcha pedía a los tribunales no le concedieran prisión domiciliaria al excomisario Miguel Etchecolatz, Luis Trillo salió del departamento donde cumple su detención y paseó al perro. No era la primera vez. A una vecina del barrio porteño de Liniers le venía llamando la atención que ese señor, al que muchas mañanas vio cómo lo trasladaban con operativos de seguridad y en vehículos especiales, paseara a su perro tan campante. No sabía quién era, pero buscó información: era Luis Trillo, uno de los tres acusados en el juicio por el caso de Patricia Roisinblit y José Manuel Perez Rojo, secuestrados en octubre de 1978 y aún desaparecidos. La vecina se enteró que Abuelas de Plaza de Mayo es una de las querellas y llamó por teléfono a la sede para contar acerca de la irregularidad.
El represor Luis Trillo viola la prisión domiciliaria. La imagen, del fotógrafo Gaspar Galazzi, es de ayer a las 18. pic.twitter.com/bSsZz1l4Hj
— Abuelas Plaza Mayo (@abuelasdifusion) 11 de agosto de 2016
Hoy el Tribunal Oral Criminal Federal Nro. 5 de San Martín (TOCF), después de ver las fotos que prueban la violación de la domiciliaria (en casa de una prima, porque vive en otra provincia), ordenó su inmediato traslado a una unidad del Servicio Penitenciario Federal. A la salida de la audiencia, Trillo fue directo al penal (por ahora se mantiene en reserva cuál es) en donde dormirá esta noche y varias más, por lo menos hasta el 8 de septiembre, cuando se conozca la sentencia.
Con pedido de prisión perpetua
A Trillo se lo acusa porque al momento de los hechos (octubre de 1978) era el jefe de la Regional de Inteligencia de Buenos Aires, cuyo accionar como órgano de espionaje y represión de la Fuerza Aérea está revelando este proceso, hoy en etapa de alegatos. Si pensáramos el juicio como una película, la información sobre la violación de la domiciliaria surgió en uno de los puntos narrativos más altos: esta semana fueron los pedidos de penas y se exhibieron las pruebas, documentos y testimonios.
Todas las querellas consideraron a Trillo culpable, igual que a los otros dos acusados: Omar Graffigna, ex Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Aérea, y Francisco Gómez, el agente civil de inteligencia que se apropió del hijo de Patricia (estaba embarazada de 8 meses), Guillermo Perez Roisinblit.
La querella de Abuelas (representa a Rosa Roinsinblit, madre de Patricia y vicepresidenta de la institución, y a Guillermo), a cargo de Alan Iud, hizo el planteo de la violación de la domiciliaria en la audiencia de hoy, ni bien terminaron los alegatos de las secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de provincia de Buenos Aires. Sobre Trillo pesan pedidos de penas graves: de 25 años a prisión perpetua.
Las querellas de Mariana Eva Pérez y la de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires pidieron para él prisión perpetua por el delito de desaparición forzada de personas. Lo mismo para Graffigna. La fiscalía, la querella de Abuelas y la de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación pidieron para él y Graffigna 25 años de prisión como coautor de privación ilegítima de la libertad agravada y tormentos agravados. Para Gómez los pedidos fueron de 20 años (Fiscalía, Abuelas, Secretaría de DDHH de Nación) y prisión perpetua.
Genocidio y desaparición forzada
Trillo y Graffigna escucharon las acusaciones, como siempre, sin inmutarse. Sus expresiones cambiaron de repente y por primera vez cuando surgió el tema de la domiciliaria. Gómez estuvo ausente, con autorización del tribunal.
La audiencia empezó con el alegato de la Secretaría de la Provincia, que enmarcó los hechos en un genocidio y destacó: “No nos deja de llamar la atención que el juicio sea sólo por dos víctimas cautivas en 1978, cuando la dependencia funcionó desde antes y al menos siete personas más pasaron por ahí, no obtendrán justicia en este proceso”, señalaron Maximiliano Chichizola y María Agostina Ferraro. Resaltaron que Gabriel Pontnau fue secuestrado con José, sin embargo, la investigación sobre su desaparición no avanzó: pidieron se impulse su causa.
Piden unificar RIBA y Virrey Cevallos
Recordaron el testimonio de Miriam Lewin, cautiva en una casa operativa de la RIBA en la calle Virrey Cevallos, en la ciudad de Buenos Aires, donde reconoció a agentes que trabajaban también en la casa de la RIBA en Morón. Es necesario “ unificar en una causa RIBA con Virrey Cevallos, porque el número de víctimas y de imputados que llegaron a esta instancia es sólo una parte y se tendría un conocimiento más acabado de cómo funcionó”, dijeron los abogados de la Secretaría bonaerense.
Este alegato consideró “inapropiada” la calificación con la que se llegó a juicio y adhirió a la de Pablo Llonto -abogado de Mariana Eva Perez-: desaparición forzada de personas. “El Estado nacional tiene la obligación de responder qué pasó con las víctimas. Y el Poder Judicial, la de determinar la realidad material de los hechos”.
Arrebatar la vida y la muerte
“La dictadura cívico-eclesiástica-empresarial-militar cometió un genocidio. Los delitos que se investigan fueron en ese marco, hay que leerlo en su totalidad”, dijo la Secretaría después de citar una cantidad de referencias de jurisprudencia, doctrina y tratados.
Los abogados recordaron las palabras de Mariana Eva Pérez en este juicio: “A mis padres les arrebataron la vida y la muerte. No están privados de su libertad hace 37 años”. Chichizola propuso reflexionar acerca del sintagma “aún permanece desaparecido”, “frase repetida hasta el hartazgo en resoluciones judiciales”. El accionar criminal no empezó el 24 de marzo de 1976 ni terminó en diciembre de 1983, dijo. Habló del poder significante de la dictadura, citó a Pilar Calveiro en la idea de confrontación de “amigos” y “enemigos”. Y se preguntó: ¿quién está desaparecido? ¿el cuerpo, la víctima o el delito? “La desaparición es la negación de la muerte y esta no iba dirigida solo a las víctimas ni a los familiares, sino a toda la sociedad”.
La Secretaría bonaerense pidió que además de condenar a Graffigna, Trillo y Gómez a prisión perpetua, el Ministerio de Defensa los dé de baja de la fuerza y se les quiten jubilaciones y pensiones, y que se preserve la RIBA como espacio de memoria. También, que se perite la salud de Trillo y Gómez para revisar la prisión domiciliaria: con Trillo, ya no hará falta.
En la otra orilla
El alegato de la Secretaría de Nación -a cargo de Nadia Marina Rivas y Leonardo Andrés Martínez- realizó pedidos muy similares pero se diferenció en la calificación y penas: privación ilegal de la libertad agravada, cometida por funcionarios públicos, y tormentos agravados por tratarse de perseguidos políticos. Enmarcó los hechos en un plan sistemático de exterminio y señaló que se trata de delitos de lesa humanidad.
Un día después que el presidente Mauricio Macri hablara de “guerra sucia” en una entrevista con Buzzfeed y desconociera el número de desaparecidos, los alegatos de dos Secretarías del gobierno nacional y bonaerense hicieron una férrea defensa de los Derechos Humanos y describieron los hechos desde una perspectiva técnica y judicial anclada en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
Del tribunal de San Martín al penal
Tras los alegatos, el abogado de Abuelas denunció ante los jueces del TOCF 5 de San Martín -Alfredo Ruiz Paz, Marcelo Díaz Cabral y María Claudia Morgese- que Trillo estaba violando la domiciliaria. Y aportó las pruebas: seis imágenes tomadas ayer a la tarde por el fotógrafo Gaspar Galazzi. “Recibimos un llamado en Abuelas que decía que estaba circulando por las calles del barrio Kennedy (un sector de monoblocks en Liniers) donde está detenido”, contó Iud. Y ofreció la evidencia: en las fotos se lo ve a Trillo paseando a un perro y con un celular en la mano, en las inmediaciones del monoblock. El fotógrafo que las capturó estaba en la sala. El tribunal le tomó declaración. Galazzi se sentó en la silla de los testigos y se le preguntaron detalles acerca de cómo fueron obtenidas las imágenes. El presidente, Ruiz Paz, pidió que fueran proyectadas en los televisores de la sala.
“Ayer después de las cinco de la tarde, llegué al barrio, traté de localizar el bloque donde vive pero no lo encontré. Estacioné, me fumé un cigarrillo debajo del árbol, corrí el auto y al rato pasó. Disparé rápido, desde adentro del auto, tenía miedo de que me soltara el perro. Me pareció que me vio, lo perdí de vista y me fui”, dijo el fotógrafo. Es posible que Trillo lo haya visto: en la secuencia, tomada en menos de 25 segundos, se ve que rápidamente encara la vuelta.
“Se burla de la Justicia”
Iud pidió al tribunal se le revoque de forma inmediata la prisión domiciliaria y se aloje a Trillo en una dependencia del servicio penitenciario, ya que los traslados deben ser autorizados por el tribunal y las fotos tampoco daban cuenta de una urgencia. “Es para asegurar su comparecencia al proceso, cuando todos los alegatos han coincidido sobre su responsabilidad y pedido para él penas de 25 años a prisión perpetua. El motivo que tuvo en cuenta el juez instructor para detenerlo (posibilidad de fuga) no sólo se encuentra vigente sino que se ha incrementado”, señaló Iud.
El fiscal Martín Niklison adhirió al pedido y solicitó se pida al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires las grabaciones de cámaras aledañas del último mes. El defensor de Trillo, Guillermo Javier Miari, explicó: “Trillo tuvo que salir unos segundos para atender una urgencia fisiológica de su perro, porque se pone agresivo. Fue de pocos segundos y se mantuvo a metros del monoblock. Tiene 74 años y se le dio prisión domiciliaria por una enfermedad psiquiátrica. Vino a todas las audiencias. No hay riesgo procesal. El perro ya lo atacó en una oportunidad, y concurrió a atenderse al Hospital Durand (esa vez Trillo informó al tribunal de la urgencia y la salida)”. El defensor pidió una pericia para demostrar que no se alejó del departamento de su prima más que unos pocos metros.
El tribunal le ofreció el micrófono a Trillo, pero el imputado no quiso decir nada. Se abrió un cuarto intermedio hasta la decisión.
“En esas fotos se ve cómo Trillo se burla de la Justicia, se siente impune. Si no va a respetar el beneficio que se le dio, tiene que volver a la cárcel”, dijo Mariana Eva Pérez mientras esperaba. “No hay control de los dispositivos de prisión domiciliaria”, dijo el fiscal Martín Niklison, con la certeza de que no es la primera vez que pasa. Ha recibido pedidos de quienes gozan de este beneficio para que se les permita, por ejemplo, recorrer el country de un familiar.
Después de deliberar durante más de una hora, Ruiz Paz leyó: “este Tribunal considera que violó la prisión domiciliaria y le revoca el beneficio de forma inmediata. Será trasladado a una unidad del servicio penitenciario”.
“La discusión por la domiciliaria es válida y puede corresponder en algunos casos. Pero el gran problema es que no hay un dispositivo de control y muchos la quiebran” – dijo Iud- . “Pasó, por ejemplo, con Magnacco (médico de la ESMA condenado) y también hubo fugas. El control excede en buena medida lo que pasa en Tribunales, pero hay que destacar cómo lo trató este: permitió el desarrollo inmediato del planteo, tomó declaración al fotógrafo y decidió hoy”. El abogado de Abuelas destacó también la participación de la vecina anónima que llamó para dar la información.
El defensor de Trillo pidió que dejaran a su cliente pasar por su casa a buscar una muda de ropa. El tribunal dijo que alguien debía alcanzarle esa muda a la unidad de detención. Trillo salió de San Martín y viajó sin escalas al penal, donde está ahora y seguirá hasta que se conozca la sentencia.
Fotos de tapa: Julia Otero / ANCCOM
Fotos: Cosecha Roja
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