Dicen que mató en la villa 31 pero ese día estaba en la escuela

Jorge Luis Zárate tiene 20 años y vive en la villa 31. Desde el miércoles pasado está privado de su libertad acusado de un asesinato que ocurrió mientras él estaba en la escuela. Ahora su familia pide justicia.

Dicen que mató en la villa 31 pero ese día estaba en la escuela

29/08/2019

Por Agustina Banchiero

Todas las mañanas, Jorge Luis Zárate, de 20 años, se iba temprano de su casa a trabajar a una cooperativa de recolección de residuos. Por la tarde se juntaba a jugar al fútbol en las canchitas de la villa 31 con sus amigos y a la noche iba a la escuela Padre Carlos Mugica donde cursaba cuarto año. Pero el miércoles 21 de agosto se interrumpió su rutina. A las seis de la mañana, a él y su familia los despertaron los pasos de los policías que entraron a allanar su casa sin mostrar ninguna orden ni esbozar motivo. Se lo llevaron detenido. “Koki”, como sus familiares y amigos le dicen, vive en las nuevas casas de la villa 31, mal llamadas “La Containera”. 

Desde un principio el proceso estuvo lleno de irregularidades. Durante el allanamiento -que duró dos horas- no hubo ningún testigo, algo común en el barrio. Cuando terminaron de revolver la casa, los policías señalaron a dos vecinos que pasaban por la puerta y les pidieron que firmen la declaración. Subieron a Koki al patrullero y le entregaron a Mónica, su mamá, un papel con el número de causa. No le dijeron adónde se lo llevaban y la única explicación que le dieron fue que se lo acusaba de homicidio. 

Desde ese día y hasta el domingo 25 Koki estuvo incomunicado. Luego de hacer algunas averiguaciones la madre supo que Koki estaba detenido en la Comisaría comunal 1. Fue a verlo, pero no la dejaron pasar. El viernes 23 Mónica recibió un llamado: le avisaban que habían trasladado a su hijo el jueves 22 al Complejo Penitenciario Federal II Marcos Paz. 

El defensor público Ramiro Geber está a cargo de la defensa de Koki. Recién el martes pasado le permitieron acceder a la causa y pudo tomar conocimiento real de lo que estaba pasando: a Koki lo acusan de un homicidio dentro de la villa 31 que ocurrió el 8 de agosto de 2019. Geber pidió el lunes la excarcelación pero le fue denegada. “Pedimos el traslado de Jorge Luis Zárate a otro penal y todavía no recibimos respuesta. Jorge fue testigo en una causa por abuso y el hombre al que acusó está preso en la misma Unidad que él”, contó a Cosecha Roja el abogado. 

El día y la hora en que ocurrió el homicidio por el cual se lo acusa, Koki estaba en la escuela. 

“Las declaraciones responden solamente a un testigo que dijo haber escuchado de oído en la feria que los responsables del asesinato eran dos jóvenes llamados Cristián y Jorge”, dijo Geber y agregó: “Este fallo es estigmatizante, le falta poner “muchacho villero”. 

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Hoy hubo una concentración frente al Juzgado de Lavalle 1171 en Capital Federal. Familiares, amigos, docentes y organizaciones se juntaron para reclamar justicia por Koki. “Jorge Luis Zarate es un chico solidario y estudioso. Puede hacer travesuras como cualquier adolescente pero nunca será un asesino. Nosotros como escuela vamos a estar acá apoyando porque estamos seguros de su inocencia. El estuvo presente en la escuela el día del asesinato”, dijo una de las docentes. 

La mamá de Koki es una activista histórica de la villa 31. Lucha por mejorar el barrio, por la urbanización, por las mujeres que sufren violencia y ahora por la libertad de su hijo. “Koki debería estar jugando en la canchita con sus amigos. Nosotros somos pobres pero somos honrados”, dijo hoy durante la concentración. 

Koki está preso y a la espera de la indagatoria. Para el abogado no hay dudas de que es inocente y una víctima más del aparato represivo del estado. Quizás si Koki no fuera un pibe joven de barrio, pobre y villero la historia sería otra.