Ya habían pasado casi 24 horas de debate cuando el presidente de la Cámara habilitó la votación. 24 horas en las que casi un millón de mujeres con pañuelos verdes acamparon en los alrededores del Congreso. 24 horas en las que todos los pronósticos anunciaban que la ley no salía. Pero todo se dio vuelta sobre el final: 129 a favor y 125 en contra, marcó el tablero de la Cámara de Diputados. Y afuera estalló la fiesta feminista. La ley de aborto, legal y seguro ya tiene media sanción.
El debate había comenzado antes con las formalidades: el izamiento de la bandera y el himno nacional. El primer orador fue Daniel Lipovetzky, el diputado oficialista que encabezó el debate en comisiones y que se convirtió en una de las principales espadas del grupo a favor de la legalización. “Hoy es un día histórico por las miles de mujeres que hay en la calle”, dijo.
A esa hora, un grupo de actrices y periodistas encabezado por la actriz Dolores Fonzi visitaba los despachos de los indecisos. El principal argumento: las miles y miles de mujeres que en ese momento a pocos metros de ahí le ponían el cuerpo a esa lucha histórica.
En su celular, Fonzi le mostraba las fotos de la movilización afuera del Congreso y mensajes de Twitter al diputado Gustavo Saadi, que acababa de dar un discurso ambiguo sin decir cómo iba a votar. “El genio de Saadi no dijo nada, de acá a que vote recibe ofertas”, “Saadi, indeciso, dice que ‘no hubo acuerdo en el debate sobre cuántos abortos hay en el país’. Quizás sea porque hoy es clandestino”, son algunos de los mensajes que el diputado leyó en el celular de la actriz.
En paralelo, las diputadas Mayra Mendoza, Lucila de Ponti, Brenda Austin, Araceli Ferreyra y Victoria Donda, entre otras, seguían negociando con los indecisos. Les ofrecieron votar a favor en general y después discutir los artículos con los que no estaban de acuerdo.
Después de tantos meses de debate público, ¿es posible que un diputado no logre definir su postura? “Especularon hasta último momento con la opinión pública”, explicó a Cosecha Roja una diputada.
A esa hora, el pesimismo de los días anteriores comenzaba a disiparse. “Optimismo moderado” y “empate técnico” fueron los términos más repetidos por los asesores de los legisladores durante la tarde. “Estamos 122 a 122”, dijo contento por la tarde el asesor de uno de los diputados.
En el recinto resonaban los mismos argumentos que durante dos meses se escucharon en el debate en comisiones. También se escuchaban discursos bizarros como el de la diputada Estela Regidor Belledone. “¿Qué pasa cuando nuestra perrita queda embarazada? No la llevamos al veterinario para que aborte. Salimos a buscar a quién regalarle los perritos”, dijo y su apellido se convirtió tendencia en Twitter.
Garretón, que durante todo el día había coqueteado con su voto a favor, terminó por darse vuelta. Unas horas después lo expulsaron del grupo de WhatsApp que habían creado sus compañeras de bloque que apoyaban el proyecto.
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“A esta altura la única posibilidad para que se apruebe es un gesto del gobierno”, contó a Cosecha Roja durante la madrugada un diputado opositor que defiende la ley. A esa hora ya no quedaban diputados indecisos. El contador marcaba 126 votos a favor, 128 votos en contra y una abstención. La única esperanza de los que apoyaban la legalización era una orden del gobierno que cambiara la historia.
El diputado opositor Axel Kicillof le habló directamente a Mauricio Macri: “El presidente, que probablemente está durmiendo, tienen que venir a definir esto a favor. Lo tiene que hacer. No alcanza con haber abierto el debate”. Y les recordó el papel que jugaron Raúl Alfonsín durante la ley de divorcio vincular y Néstor y Cristina Kirchner en la ley de matrimonio igualitario: “No se fueron a dormir. Esta es una cuestión política. Hay un empate y hay que tomar una decisión política”.
“Vean la marea verde de mujeres jóvenes”, exigía a los gritos el diputado Sergio Bul.
El grupo de diputadas a favor del aborto improvisó una conferencia de prensa de emergencia para reclamarle un gesto político al gobierno.
A medida que avanzaba el debate la esperanza de que el gobierno terciara en favor de la ley se fue diluyendo. La preocupación pasó del recinto a la calle: qué pasaría con las miles de mujeres que en los alrededores del Congreso . ¿Cuál sería la respuesta policial al descontento popular? “Es necesario demorar el debate para que el movimiento feminista pueda organizarse y pensar medidas de seguridad. Lo más importante es eso: la seguridad de las chicas”, dijo una referente feminista en los pasillos de Diputados.
Las diputadas que defendían el aborto legal seguían esperando un gesto. “A esta hora parece irreversible”, decían en voz baja mientras seguían buscando los votos que cambiarán la historia.
Ese gesto llegó a las 8:11 pero desde otro sector. “Junto a Melina Delú y Ariel Rauschenberger, los 3 diputados nacionales peronistas por La Pampa votaremos a FAVOR de la despenalización del aborto”, anunció en Twitter el legislador pampeano Sergio Zilotto. El tanteador se daba vuelta. En los pasillos del Congreso periodistas y diputadas se abrazaban. Era la final del mundial feminista y el partido se vivía minuto a minuto.
-Cautela -pedía Lucila De Ponti, aunque no podía ocultar la sonrisa de su cara.
Unos minutos después Monzó habilitó la votación: en general, la ley se aprobó por 129 a favor y 125 en contra.