Una de las reivindicaciones de la Campaña Nacional por la Legalización del Aborto Seguro, Legal y Gratuito es que la Argentina sea un estado laico. En el Congreso Mabel Gabarra profundizó en esta necesidad. Rescatamos los puntos más importantes.

1.

“Consideramos que la laicidad es condición necesaria de la democracia y garantía de  libertad de conciencia e igualdad entre las personas. Un estado laico es aquel que establece la autonomía de los actos civiles y políticos respecto a los religiosos donde la esfera del derecho y las leyes se delimita claramente de la correspondiente al espacio íntimo de las creencias de cada persona”.

2.

“El estado laico no se opone a las religiones, por el contrario, las respeta a todas por igual. Y considera que cada ciudadano tiene derecho a profesar la que desee o ninguna, mereciendo en todos los casos, la misma consideración garantía y respeto de sus derechos”.

3.

“En las religiones los creyentes se subordinan a autoridades religiosas quienes son elegidas y legislan según sus normas particulares. La democracia, por el contrario, está basada en la soberanía del pueblo que elige sus representantes  en forma periódica, en elecciones libres y universales. Uno de sus valores fundamentales es la igualdad de todas las personas y por consiguiente la no discriminación por razones de sexo, raza, edad, género, condición social o culto”.

4.

“En el estado laico los gobernantes o legisladores no pueden hacer prevalecer principios teológicos en sus prácticas ya que deben garantizar el ejercicio de la libertad de conciencia y el derecho de todas y todos a tomar decisiones libres y responsables”.

5.

“Las exigencias de la democracia no pueden ser satisfechas cuando una religión tiene injerencia en los ámbitos de decisión estatales. Religión y democracia caminan por senderos distintos”.

6.

“La Campaña reclama que Argentina sea un estado laico. Tiene serias razones para hacerlo: las iglesias y especialmente la católica ha considerado a las mujeres como personas inferiores (…). Se torturó y quemó cientos de miles de mujeres bajo la acusación de brujas, cuando la realidad era que en su mayoría eran campesinas, pobres y tenían control sobre su sexualidad, sobre su reproducción y ayudaban a parir y abortar a otras mujeres. La matanza de mujeres llamadas  brujas, fue un genocidio ocultado, justificado y legitimado, solo rescatado por el feminismo”.

7.

“Señores diputados y diputadas, ustedes están en un recinto republicano y democrático, son representantes del pueblo que los votó. Hoy ese pueblo está expresando en su gran mayoría su reclamo de aborto legal. Sus conciencias individuales y creencias religiosas de ningún modo pueden primar sobre el derecho de la salud y la vida de quienes representan”