Gabriela Sosa es subsecretaria de Políticas de Género de la Provincia de Santa Fe. En el debate por la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo del Congreso expuso los resultados de una provincia que aplica la educación sexual integral y el protocolo de interrupción voluntaria del embarazo, y distribuye métodos anticonceptivos. Aquí transcribimos su discurso completo.
Vengo de la provincia de Santa Fe donde el número de nacidos de mujeres menores de 15 años bajó a la mitad en los últimos cuatro años. Donde también bajó el índice de mortalidad infantil relacionado con nacimientos prematuros en embarazos adolescentes.
En Rosario, en los últimos seis años ninguna mujer murió por aborto en los centros de salud y hospitales municipales de la ciudad. Esto es producto de la aplicación de educación sexual integral, el acceso a métodos anticonceptivos y la aplicación del Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo.
En la provincia no han crecido los abortos, sí han decrecido las internaciones por complicaciones de aborto o post abortos. Digo esto por ese mito, o mejor dicho valoración prejuiciosa, discriminatoria y mal intencionada de que una vez aprobada la ley se multiplicarán los abortos y se utilizará como método anticonceptivo.
Vengo de la provincia, que desde una mirada de gestión basada en derechos y amplia participación ciudadana, especialmente del movimiento de mujeres, estamos en proceso de producción propia de Misoprostol.
A pesar de estos logros, siguen siendo múltiples las manifestaciones de mujeres, particularmente en los territorios más alejados de los centros urbanos, que expresan la violación de sus derechos sexuales y de sus derechos reproductivos. Por eso, necesitamos la ley de aborto legal seguro y gratuito.
Porque también en Santa Fe murió Ana María Acevedo, ustedes escucharon su historia de boca de su mamá, Norma Cuevas. 20 años, a quien, con cáncer, en el Hospital Iturraspe, le fue negado tratamiento contra su enfermedad y su dolor x estar embarazada, a quien no le fue concedido un aborto terapéutico. Ana María murió el 17 Mayo de 2007
En Santa Fe, Yamila, en 2012, con 19 años fue presa por un aborto espontáneo. En Santa Fe, en 2018, a Karina, con 16 años, a pesar del acompañamiento del sistema de salud provincial para acceder a aborto legal, la denunciaron y la justicia determinó que fuera buscada en su colegio de un pequeño pueblo, por un móvil policial para realizarle, compulsivamente, una ecografía para chequear si continuaba son su embarazo.
Una psicóloga de la ONG GRAVIDA se infiltró en el hospital Iturraspe e impidió que una nena de 12 años con retraso que había sido violada accediera a un aborto legal. El Tribunal de Ética del Colegio de Psicólogos la sancionó, la Justicia santafesina falló a favor de la profesional por un tecnicismo.
Las mujeres somos atropelladas permanentemente por la judicialización de los casos, la criminalización y la persecución, la violación del secreto profesional y el ejercicio abusivo de la objeción de conciencia.
Por esto necesitamos políticas públicas que garanticen derechos, legisladores y legisladoras que voten a favor del Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Por cada una de estas historias, que son miles en la Argentina.
Que voten a favor, que es un modo de brindar paz y aliviar el dolor, de miles de familiares de mujeres presas, enfermas y muertas por la criminalización y clandestinidad del aborto
Que voten cumpliendo las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, del Comité de Expertos de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer – CEDAW, del Comité contra la Tortura, Penas Crueles, Tratos Inhumanos o Degradantes, de la Convención de Belen Do Pará, de las Reglas de Brasilia.
Que voten a favor sacando al Estado argentino del lugar que ocupa hoy, de cómplice de las economías delictivas propias de la clandestinidad del aborto.
Que voten a favor igualando la legislación a la de los países desarrollados.
Que voten a favor escuchando el pedido del pueblo argentino, el pedido millones de mujeres de todas las edades, de todos los colores, en todo el territorio argentino.
Las mujeres hemos conquistado con lucha y compromiso el de derecho a votar, a ser elegidas, a estudiar, a poseer patrimonio.
Conquistamos, entre otros logros, la Ley sobre Igualdad ante la Ley de Hijos Extramatrimoniales y Ejercicio Conjunto de la Patria Potestad (1985), la ley de Divorcio Vincular (1987), la Ley de Cupo Femenino (1991), la Ley de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (2002), la Ley de creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (2006), la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (2009), la de Ley de Matrimonio Igualitario (2010), la Ley de Identidad de Género (2012), la Ley de Paridad (2017).
En cada una de estos procesos hemos tenido resistencias de grupos que permanecen, a través del tiempo, ancladas en miradas conservadoras, anacrónicas, antiderechos. Pero, siempre encontramos la compañía de multitudes que sueñan sociedades democráticas, con igualdad, sin violencias y también el compromiso de legisladores y legisladoras que comparten los mismos sueños.
Los y las cómplices de la muerte nos insultan, quieren criar fetos en incubadoras; plantean, vía software, marcar los domicilios que dentro de unos años alojará a una adolescente embarazada; se burlan del dolor de la violencia sexual ofreciendo dinero para sostener embarazos consecuencia de violaciones.
Los y las cómplices de la muerte de miles de mujeres, se sienten cómodos defendiendo dictadores, marchando con neonazis.
Las mujeres cantamos, bailamos, cultivamos, sanamos, participamos, jugamos, estudiamos, tejemos, enseñamos, construimos, criticamos, proponemos, luchamos, nos encontramos…
Amamos la vida, luchamos por ella. Por Ana María Acevedo, Por Yamila, Por Karina, y por las miles de víctimas y sus familias
Les pedimos legisladores y legisladoras Aborto Legal, Seguro y Gratuito.